Del libro "El Roto":
Solían mostrarse por ahí, del brazo de sus mujeres, chiquillas menores, vestidas con una elegancia de pesadilla; casi todas ella eran enfermas, gordas pálidas o delgadas sin dientes, escrofulosas y vendadas; ejercían, sin embargo, una atracción sexual por su extrema juventud y su lascivo cinismo. (p. 33)
Esmeraldo admiraba a uno de la pandilla que llamaban El Pucho. Era chato y cínico, con ojos estúpidos de toro; llevaba zapatos de tacón alto como los huasos y una faja azul y roja en la cintura. (p. 33)
El hubiese deseado presentarse en el prostíbulo con gestos cínicos aprendidos del Pucho, para que le admirasen la camisa rayada, los zapatos finos y el traje de paño gringo; para sacar billetes del bolsillo y convidar oporto. (p. 151)
El cinismo (como sentido de la trampa o de la supervivencia): ¿uno de los rasgos más característicos y perdurables del chileno? (El Roto fue escrito entre la primera y segunda década del siglo veinte).
Nota: como referencia al paso y ajena a lo enunciado a modo de título, me gustaría destacar la percepción que tuve de cierta influencia que Edwards Bello pudiera haber ejercido sobre el estilo de Volodia Teitelboim.
JFA
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