viernes, 28 de enero de 2022

Vicente Feliú, el trovador a nuestro alcance

Hace algunas semanas falleció Vicente Feliú, no sólo uno de los más reconocibles miembros de la Nueva Trova Cubana sino que además uno de los más accesibles... 

"No soy el más famoso pero me he sentido muy querido", reflexionaba en el documental dedicado a su obra, titulado igual que su canción: "Donde habita el corazón" (ver enlace bajo este artículo). 

Tal vez tuvo que ver, justamente, con no haber sido el más famoso pero también con su disposición generosa y ajena a toda vanidad, aquello de estar a nuestro alcance; no me imagino recibiendo, por ejemplo, un saludo de cumpleaños de Silvio Rodríguez como sí lo recibíamos de Vicente a través de las redes sociales; para el primero, de tan requerido, no cabe duda lo difícil que le debe resultar poder enviarles un saludo personalizado siquiera a quienes integran su más cercano entorno... 

Vicente Feliú, no siendo "famoso" según sus propias palabras, para muchos de nosotros quienes cultivamos y apreciamos el legado de la nueva trova cubana, sí que lo era; y poder llegar a grabar una canción con él, como lo pudo concretar el cantautor chileno Patricio Anabalón -independientemente de lo posible que fuera poder llegar a Feliú con tal propuesta- era todo un sueño alcanzado. Así se percibía la gran emoción del mencionado cantautor chileno cuando por la radio lo escuché compartir hace varios años esta experiencia suya junto a Vicente (canción "Ala incauta").

Aunque se entienda como algo poco amable de decir con relación al querido cantautor cubano, lo cierto es que, para algunos, la cercanía de Vicente Feliú y la posibilidad de grabar una canción con él, compensaba de alguna manera la imposibilidad de hacerlo con el mismísimo Silvio: tal vez el más codiciado y silencioso anhelo de todo cantautor amante de la Nueva Trova...

Tal compensación, no obstante, resultaba de comprender a Vicente como una parte importantísima del reconocido movimiento musical cubano, aspecto por el cual ya significaba todo un hito no sólo grabar sino que también compartir un escenario con él, y hasta una conversación, frente a frente incluso, en la más familiar de las mesas de quienes tuvieron la suerte de recibirlo en sus casas más de alguna vez, acá en Chile.

Valga mencionar que una cosa es el nivel de su fama; otra, la auténtica dimensión creativa de Vicente y toda su experiencia volcada allí, con el más indiscutible rigor además, ajeno, en su honestidad, a todo propósito de popularidad. Hay todo un valor en esto que destacamos, lo que no resta valor -bajo tal apreciación- a ciertas incursiones de música pop que hiciera, por ejemplo, su hermano Santiago. La cuestión es que Vicente se mantuvo bajo su pasión original (también en lo político), pasión musical y lírica acaso más cercana aún a la de los antiguos trovadores cubanos, como Sindo Garay o el Trío Matamoros.

Como una mención aparte, no puedo dejar de destacar que sus habilidades guitarrísticas le prodigaban una perfecta autosuficiencia en cuanto trovador sobre el escenario (tal vez a un Pablo Milanés le resulte, hoy, un tanto más difícil sin orquesta detrás). De lo anterior se puede deducir que Vicente no dejaba de practicar con dedicación en su instrumento, hasta sus últimos días.

Hay algo que percibo como una característica común entre algunas de las grandes canciones universales, algo que más de alguna vez he mencionado, y es que, "Unicornio" de Silvio, o "Para vivir" de Milanés, o incluso "Love of my life" de Mercury, entre otras, son líneas melódicas tan bien logradas que sin mayores esfuerzos para la adaptación, perfectamente, pueden ser ejecutadas por una orquesta sinfónica... En ese grupo de canciones creo que cabe también la más conocida de Feliú: "Créeme".

JFA

Nota:

Para ilustrar este artículo hice una captura de pantalla del documental "Donde habita el corazón" (ver arriba), y aunque todo indica que se trataba de algo fortuito, tal era la precisión de lo que advertí, que de pronto pensé también en algo premeditado por parte de la producción del documental, me refiero al logo de Cubavisión (un ojo), el que perfectamente coincide, hasta en las proporciones, con el ojo derecho del Che, en el retrato que colgaba en el muro de la casa de Vicente Feliú... 

Logo de Cubavisión:













martes, 4 de enero de 2022

La forma de las piedras

Entre todas estas piedras hay rostros humanos, hay animales existentes y otros acaso extintos o mitológicos... hay de todo lo que se te ocurra, y a partir de todas las disposiciones posibles con tan sólo mirar la imagen.

(Foto del suelo inclinado y pedregoso de una montaña)

JFA