miércoles, 25 de junio de 2014

"Por la razón o la fuerza" invocó el hincha chileno...

No deja de ser, aunque humorístico, revelador de "lo adquirido", aquello del hincha que invocara frente a los periodistas nuestro tan controvertido lema patrio "por la razón o la fuerza", para justificar su ingreso sin tiket al estadio Maracaná, entre 87 chilenos más, todos los cuales, sabemos, fueron detenidos en Brasil al cabo de conformar una turba que arrasó con todo para tal propósito, en una actitud furtiva, absurda por lo ruidosa y masiva. Y ahí el otro chiste de la estupidez.

"Por la razón o la fuerza", de lo que se deduce algo así como: o comprendes mi punto de vista o te lo explico a palos ¿no?... El fin republicano, el del estado de derecho actual, más aún de origen bastardo bajo la dictadura militar, justifica lo arbitrario, lo lapidario, lo concluyente, con la más absoluta disposición agresiva y arrogante -de entrada- y que, por lo mismo, no hace sino sugerirnos una necedad, desbordando groseramente los límites de un equilibrio al que por otra parte dice propender en democracia, invitándonos a la discusión resuelta de antemano... No caben aquí gestos de conciliación alguna. El asunto es aplastar, anticipadamente, con este lema de presentación, cualquier respuesta en contra de "lo establecido", y por la fuerza.


Al final, probablemente este lema, y por lo asumido que está bajo la robusta doctrina supraoficial, es un fiel retrato de lo que hemos sido hasta ahora como chilenos, no sólo en el ámbito de la relación con nuestros vecinos latinoamericanos, sino también en la institucionalidad de nuestra convivencia interna, por decenios... ¿Qué acaso el sistema económico imperante y constitucionalizado no ha sido impuesto bajo el mismo principio "patrio"?. 

Pero esto es más amplio aún (¿más todavía?), y uno de sus flancos nos lleva a concluir cierto narcisismo que seguramente padecemos, junto con su respectivo barranco por cierto, en la frustración de las altas, pero tan altas expectativas que tenemos frente al espejo... imposibles por inconsistentes (tal es el caso de la euforia desmesurada respecto de la selección en el mundial de fútbol), para sentenciarnos, en definitiva, en la fluctuación o bipolaridad colectiva, total y dinámica, en su fugaz condición emocional de turno, pendiendo en este caso de goles a favor o en contra... 

De acuerdo a lo observado en la experiencia histórica chilena, por preponderancia, la razón más bien ha estado demás, no nos engañemos. Ni el hincha aquel pretendió jamás hacer uso de ella, ni menos de plantearla -tan tonto no era-, sabia que tratar de hacerse entender era imposible (porque más encima "los güeones" hablaban todos portugués...), y recordó, oportunamente, o más bien oportunistamente, para su pasión intensa por "la roja", que le quedaba ese bendito y patriótico por la fuerza... ¡C H I!...


Javier Farías Aguila.







sábado, 21 de junio de 2014

Llorando con la belleza del Fin del mundo...























Podrías acabar emocionado leyendo este hermoso poema... terminé leyéndolo con los ojos llorosos... Es lo que provoca la que "llega quemándose desde muy adentro"... 

Siendo una más de las tantas reproducciones que hallaremos de este poema, me permito hacerlo aquí también, porque es uno de mis preferidos.


Javier Farías Aguila



Fin del mundo 

El día del fin del mundo
será limpio y ordenado
como el cuaderno del mejor alumno.
El borracho del pueblo
dormirá en una zanja,
el tren expreso pasará
sin detenerse en la estación,
y la banda del Regimiento
ensayará infinitamente
la marcha que toca hace veinte años en la plaza.
Sólo que algunos niños
dejarán sus volantines enredados
en los alambres telefónicos,
para volver llorando a sus casas
sin saber qué decir a sus madres
y yo grabaré mis iniciales
en la corteza de un tilo
pensando que eso no sirve para nada.

Los evangélicos saldrán a las esquinas
a cantar sus himnos de costumbre.
La anciana loca paseará con su quitasol.
Y yo diré: “El mundo no puede terminar
porque las palomas y los gorriones
siguen peleando por la avena en el patio”.
















martes, 17 de junio de 2014

El engaño de que los sueños se pueden alcanzar...

A través de los nuevos futbolistas destacados, de origen humilde, y que llegan a obtener millonarios sueldos que no alcanzamos a dimensionar en cuanto a sus posibilidades (y bien por ellos, pero sólo por ellos), nos venden aquello de que "los sueños se pueden alcanzar"... Más bien de que ese sueño se puede alcanzar, lo que, por cierto, es una mentira para sustentar que dependemos de un esfuerzo absolutamente propio, bendecido y premiado por una voluntad divina acaso. Y que ese es el valor de la vida. 

Es como que nos dijeran respecto del que ha ganado la lotería, que es un ejemplo por su persistencia... Con todo esto se masifica un engaño cruel para tantos niños que sueñan y sueñan en medio de su circunstancia de pobreza material y espiritual, para despertar frustrados al comprender, al final de la historia, que detrás de cualquier esfuerzo por descomunal que sea, también hay un azar, y lo más importante, condiciones precisas y múltiples, para alcanzar cualquier meta, y que le son negadas en un sistema de absoluta mezquindad e indiferencia por el sufrimiento ajeno.

Hay, verdaderamente, un sueño que sí se puede alcanzar por parte de cualquier esfuerzo o compromiso personal, y es mucho más posible de establecer, con voluntad humana más que divina y no por simple azar, cual ha sido el de la igualdad de condiciones sociales, para comenzar a vislumbrar la meta posible de cada cual con sus respectivos talentos, antes de llegar a ser los viejos que quisieron ser lo que nunca supieron verdaderamente un imposible. 



Javier Farías Aguila



















martes, 10 de junio de 2014

Nuevo proyecto, nuevas canciones...

Estoy planificando un par de cosas, una de ellas tiene que ver con un próximo proyecto discográfico, lo que ha implicado nuevas composiciones, la revisión y corrección de otras antiguas, cuyos textos no me satisfacen a pesar de hallarse completamente acabadas en lo musical, curioso ¿no? Así es como se gestaron tantas veces, ha sido lo predominante en esta historia. 
El asunto es que, después de nuestro disco, con los versos musicalizados del poeta Armando Uribe Arce, no puedo presentarme con algo menor, ni menos por ansiedades de ningún tipo. De allí que me sigo nutriendo tanto como puedo en lo literario, lo que al mismo tiempo me otorga los elementos para la inspiración, tan libre como provista, para lo cual me tomo los meses necesarios              -intentando, por cierto, no llegar así a la tercera edad- ¿y qué más da si fuere necesario?, no seré por serlo, seré por argumentos, seré por consistencia, cual es mi ambición...

Como adelanto, aquí dejo dos textos de un par de canciones mías (para ustedes), que me apresto a grabar profesionalmente en estas semanas, para lo cual estoy en gestiones a fin de fijar horas de estudio de grabación... Al cabo de cuyo proceso serán exhibidas, aún no estando listo el disco que las contendrá. Se trata de Deshabitado y Siempre regreso a estar contigo. 


Deshabitado. (Autor: J.F.A.)

Me vine cantando ¿para qué
si me tendré que ir 
llorando?

Después de haber sido el centro
de tu corazón, lo voy
rodeando.

Deshabitado...
Un día estuve allí
y ahora me toca desde acá.
Sin más...

Oh

La ironía susurrándome fidelidad
te canto.

Y es tan imposible de evitarlo
como así la propia
muerte.

Dos semanas hubo de bastar
en superar los tantos
años.

Oh

Deshabitado...
Un día estuve allí
y ahora me toca desde acá.
Sin más.
Sin más.
Sin más.
Sin tí.


Siempre regreso a estar contigo. (Autor: J.F.A.)

Tan fácil que me alegrarías 
con la caricia,
con palabras,
con tu reposo en mi almohada.

Conmigo tú compartirías
tu risa al viento,
tus tormentos,
un despropósito fresco.

Dale
un destino interminable a nuestro sol,
que yo te sigo, sí...

Siempre regreso a estar contigo
donde hoy no llegas,
donde fuimos,
donde me niego al olvido.

La historia siempre se repite,
no hay nada nuevo,
pero es nuestro,
lo consumido y tal vez muerto...

Dale
un destino interminable a nuestro sol,
que yo te sigo, sí,
que yo te sigo allí,
para sorprenderme nuevamente en ti
hallando lo que perdí.



Javier Farías Aguila






Estas fotografías son gentileza
del proyecto de televisión Lo Hermida TV, de nuestro querido y admirable amigo Mauricio "Gato" Gavilán. Tomadas por Orlando "El Tiuke" en mayo de 2013.