miércoles, 30 de abril de 2014

El falso "rol de preocupación social" de los empresarios, como argumento contra la Reforma Tributaria.

“No somos de derecha ni de izquierda” dijo el presidente de la Asociación de Emprendedores, Juan Pablo Swett, intentando despercudirse de una posición política; y agrega lo siguiente, dejando al descubierto, por evidencia, lo que aún así quiso ocultar a toda costa como el alma de su posición:  “No somos empresarios, pero aspiramos a serlo“…  

Todo lo dice en medio de sus argumentos contra la Reforma Tributaria, estimada por él como perjudicial para su sector, especificando que con la eliminación del FUT le costará más crecer y que en vez de 6 tendrá que contratar sólo 3 personas, dado que no podrá contar con las utilidades re-invertibles, que en esa condición se liberan del pago de impuesto;  es decir, el viejo principio hipócrita y abusivo que ha servido de base institucional para crear las condiciones tributarias vigentes, instauradas por la dictadura de Pinochet, aquello de que "hay que cuidar a los empresarios porque crean puestos de trabajo"… A esta altura senil de la experiencia, no podemos sino inferir  que algunos, además, se aferran desesperados al burdo pretexto para seguir contando, ya sea para su riesgo personal como para su éxito proyectado, con la “subvención estatal” que significa no pagar el impuesto justo de justicia social, a fin de convertirse en los nuevos ricos indiferentes o seguir consolidando su condición de tal: Menos riesgo para la caja empresarial a costa del bolsillo de la inmensa mayoría de los chilenos en esta condición de violenta desigualdad social. 

Se pretende seguir eternamente, o estúpidamente hay que decir, bajo “la intachable moral”, “el buen criterio” y “la buena fe”,  inexistentes, de los grandes empresarios, para seguir determinando la suerte de todo un pueblo…  

Comprendiendo la naturaleza de todo aquel que emprende o agiganta un negocio bajo la norma inmoral cimentada en nuestro país (no es la actividad como tal lo reprochable sino la deformación legal que estimula y acoge sus vicios) ¿vamos a pretender la filantropía de los grupos que tienen un exclusivo interés económico? porque de eso todavía, aunque parezca inverosímil, pretenden persuadirnos con su discurso...  hasta la pregunta se oye muy ingenua, y añeja…  Aún así, con su antifaz y bendiciones requeridas, intentan sostener algunos -los pocos a costa de la inmensa mayoría- “su sueño” de riqueza maquiavélica, y personal antes que nada. Queriendo convencernos y hasta auto-convencerse de una mentira insostenible a la luz de los resultados, que han afectado y siguen afectando a tantas generaciones de chilenos, despreciados por la alcurnia dominante que goza de las protecciones institucionalizadas para su enriquecimiento, sin la más mínima noción de solidaridad.

Aquello de la función social "incuestionable" en sus emprendimientos ha sido la mentira más estúpida que pretenden seguir usando como lubricante para mantenerlo todo tal cual.


Javier Farías Aguila




martes, 29 de abril de 2014

La circularidad.

Propician las rupturas y los desencuentros, y al cabo tienen el desplante de hacerse los ofendidos por quienes les anulan en consecuencia...¿Narcisismo tal vez?... Por más que la neguemos, ha sido nuestra sombra la contrariedad. Arráncate de ti mismo... tanto como puedas acercarte a la reparación... ¿que no vale la pena? pues entonces sigue allí, hay mucho que seguir edificando sobre lo que nada importa, hasta que importe continuar teorizando... Y así la circularidad.


Javier Farías Aguila



miércoles, 23 de abril de 2014

Las "redes sociales" y sus tópicos...

Las "redes sociales" las integran, mayoritariamente, aquellos que emigraron de ser los espectadores asiduos de la televisión, y si no hubo tal migración -sobre todo en consideración de las nuevas generaciones- al menos, que obedecen a un perfil similar. ¿Qué se puede esperar de ese pueblo muy ocupado en la necedad?...

Las "redes sociales" son hipócritas, han rotulado como "un producto bajo en calorías" el propio sentido de la amistad.

Me parece que las "redes sociales" son también uno de los fundamentos de la doctrina imperante, y a prueba de autodestrucción, porque lo que allí se brama respecto de las injusticias sociales, al mismo tiempo, con su uso y abuso, contribuye a mantener incólume la plataforma; la que nos exhibe, además, en la individualización y observación por parte del supremo regente y fundador del neoliberalismo actual (para identificarnos como sus potenciales clientes y más...). Y, en tanto vamos descargando nuestra furia prevista y permitida contra el mismo, lo hacemos siempre en sus tibias y acogedoras manos gigantes, es decir, en las alucinantes y patológicamente recompensantes  "redes sociales" que han creado para nosotros.

En otro aspecto, de dudosa utilidad -porque no se advierte allí siquiera una función catártica- en facebook, por ejemplo, hemos perdido toda prudencia, conscientes o no, de expresarles a todo el mundo, por trasfondo, nuestras carencias, y también nuestra estupidez; de modo que muchas veces queda en evidencia pública "lo mal que estamos de la cabeza"... Carencias que derivan de la íntima experiencia personal, o aquellas que dan luces de nuestro contexto social (aunque las manifestaciones atingentes a esto último, suelen ser, muy a menudo, más bien una "postura preconcebida" en busca de aceptación o identidad acaso). Pero aquí con mi navío comienzo a tomar un rumbo sin certezas: ¡Bienvenidos, psiquiatras y sociólogos o hervideros de la filosofía mayor!...¿o no hay ni méritos para tal?...

Por todo lo anterior, hay que revisar lo que está ocurriendo. Algo huele muy mal en todo esto... Nos han creado un sistema de códigos o nomenclaturas comunicacionales que sólo funcionan en la superficie, sondear allí es altamente impopular y no tiene sentido. Se debilitan, pierden valor, el asombro y la sensibilidad. Y hemos adoptado todo esto con una facilidad increíble (con un éxito total se dirá posteriormente en Wall Street).
Y en nuestro pueblo, el pensamiento...sigue lelo.
La simplificación "entretenida" va de la mano con la pereza del intelecto, donde predomina la cultura del eslogan, de la pedantería, de la búsqueda desesperada de aprobación, de la imagen y su inmediatez, etcétera...

Haciéndose cargo de nuestra naturaleza comunicacional básica, las "redes sociales", inteligentemente, fueron concebidas, nada menos que como una "simbiosis" potente y cautivante, valiéndose de nuestra necesidad en cuanto ciclo circular permanente.

Hay en todo esto una adquisición de cierto podercillo, el que de pronto ha provocado sentimientos de importancia en las personas, y del que se han valido sin más méritos que abriendo "una cuenta" y prosiguiendo, incluso, en custodiarla con fervores de territorialidad (otro signo de patología).

Esta cavilación tal vez parecerá un intento de quemarles "la felicidad" a muchos...

Insertos en las "redes sociales", es ocupación preponderante "estar al día" -emitiendo de manera persistente los gerundios inútiles- y ocupando todos los recursos (selfie y demases) para nada más y nada menos decir o gritar, de manera tan necia, tan simple -de exiguo-, que estamos acá, y sin que nadie lo advierta por hallarse cada cual en lo mismo... 



Javier Farías Aguila.


Nota:
En consideración de los verdaderos amigos, del respeto por el criterio o descriterio de cada cual, y del propio uso que yo mismo le doy -bien o mal- a las "redes sociales", aquí tan sólo me he referido a lo predominante, a las generalidades observadas... Un ejercicio de mirarnos a nosotros mismos. ¿Una expiación?...





martes, 22 de abril de 2014

sábado, 19 de abril de 2014

Gabriel García Márquez, en la noticia de su muerte...

De Gabriel García Márquez recuerdo que, al más leve desvío de atención, me extraviaba fácilmente entre las generaciones interminables de Macondo. Recuerdo Los funerales de la Mamá Grande, el placer de la prosa poética, el ´encantamiento´ de su magia narrativa, el adefesio de los dictadores y el de los invasores del colonialismo... Recuerdo las colas de chancho, las alquimias; mis ansias de leer cada semana sus artículos literarios, luminosos, publicados por revista Análisis durante un período tan lóbrego en nuestro país. Me viene a la memoria también La casa de los espíritus, claramente influenciada por García Márquez (remedo, sería injusto)... Recuerdo el montaje del Grupo Escuela Teatro "Q", basado en su discurso frente a la Academia Sueca, con esa música de fondo tan apropiada: La maldición de malinche, que nuestra amiga Odette Gómez cantaba en esta obra. Y a propósito de canto, leer a Gabriel García Márquez en voz alta, definitivamente, es una experiencia muy parecida a cantar... Leer a Gabo, es un momento fundamental, y también un hermoso paraje de aproximación, de convergencia latinoamericana... Te lo dedico.


Javier Farías Aguila







Un rinconcillo.


Soledad de no tener un rinconcillo,
que permita discusiones elevadas,
así como en Granada fue Segovia, 
fue de Falla, CapdepónFederico...

Javier Farías Aguila






jueves, 17 de abril de 2014

El debate por el 20% de la música chilena.

La ARCHI, Asociación de Radioemisoras de Chile, en relación al debate y proyecto de ley del 20% de música chilena como programación obligatoria en las radios nacionales, se opone argumentando lo siguiente: "La música chilena debe difundirse y fomentarse, no imponerse"... Sin embargo, vemos que de manera categóricamente impuesta, la entidad no está dispuesta a difundir ni mucho menos a fomentar la música chilena. A no ser que se trate de un éxito comercial...

Por otra parte, a la luz del debate, las opiniones son tan diversas como superficiales... 
Algunos como nosotros, que hacemos música, abrigamos, sin duda alguna, ese 20% en favor directo de nuestras aspiraciones personales para darnos a conocer. Pero, además, en nuestra particular visión de lo que significa un verdadero mérito para la difusión de artistas nacionales, presumiblemente seguiremos topàndonos con una vigorosa "cultura mercantil oficial chilena" (la que responde a la dinámica del mercado), vale decir que, de gestarse dicha ley, como legítimos pudieran predominar en la programación aquellos estilos con los que no nos identificamos, como Los Huasos Quincheros, una Miriam Hernandez o un Alberto Plaza, en fin, sólo por nombrar algunos artistas de tal carácter -hijos por esencia- de la industria (no estoy denostándolos)... y bueno, así y todo, ya se estará cumpliendo igual con dicha ley... A esto hay que agregar la preponderancia "eterna" de unos pocos artistas chilenos actuales, que con o sin ley, ya cuentan y contarán con mayor razón con una cobertura desproporcionada (y bajo la misma vieja premisa: Venden, y cuentan para ello con un equipo competente en generar un valor independiente del valor artístico...). He ahí que nos hemos de enfrentar con nuestra consolidada pobreza cultural como nación, cuya oferta se impondrá para seguir forjando una demanda masiva de aquellos exponentes insertos en una maquinaria mercantil. Con esto quiero decir que no nos engañemos... Nuestra economía de libre mercado determina aquí también sus pautas, con o sin el 20%... Si al grupo La Noche, o a Américo, o a Mendez, en virtud de la nueva ley, comienzan a programarlos no 5 sino 20 veces por día en tal o cual radio, en desmedro de un Eduardo Peralta o de un Freddy Torrealba o de un grupo Trifulka, se dará por cumplida igual dicha normativa. Con esto quiero decir que, como músicos nacionales, de aquellos que aspiramos a un mayor peso en los contenidos de nuestro trabajo, nos espera una circunstancia aún adversa, y que ya escapa del ámbito de "el 20%", y en la que, por más que agitemos la bandera de "la música nacional", no necesariamente habremos de vernos beneficiados. Pero, por cierto, por un asunto acaso de fortuita probabilidad que se nos amplíe en términos de difusión en el marco de esta ley, es factible que tengamos un poquito de mayor cabida en las consideraciones de la programación, que de todas formas seguirá imponiéndose en función de los dividendos, no sólo por parte de las radios, sino que también por parte de aquel gigante más seco de alma que es la televisión; ambos, instrumentos absolutos de un negocio sin límites ni responsabilidades culturales. 

Esperemos que la ley, en su complejidad, que se espera abordada rigurosamente en su elaboración final, responda de manera eficiente, por ejemplo, entre otras, a la inquietud respecto del folclor, como así también al "despilfarro" que ha significado tanto proyecto financiado por el Fondo de la Música Nacional, en vista de la indiferencia posterior por parte de los medios.

Y todo esto ¿para qué?, para contribuir tal vez en que, de una vez por todas, Chile comience a dejar de ser un simple grito de "C H I" cuando juega la selección, o cuando se pretende levantar la moral en las tragedias naturales, que son de las pocas instancias en que queremos buscarnos a nosotros mismos, sin poder hallarnos más allá de la arenga popular y emocionalmente exaltada en la ignorancia, en la breve memoria solidaria de nuestro pueblo... 
Queremos propiciar, consolidar y abrazar nuestra identidad en el desarrollo intelectual de la música chilena, mediante el apoyo sustancial de los medios de comunicación regidos por un compromiso superior del estado con la cultura de su pueblo. Para convertirnos también en una suma valiosa de la identidad cultural latinoamericana.



Javier Farías Aguila.




sábado, 12 de abril de 2014

Armando Uribe Arce: No es verdad un creador...

Del libro:
Armando Uribe Arce
Coloquios del oro y el moro.
Conversaciones con Virginia Vidal.

Armando Uribe Arce. En 3era. persona respecto de sí mismo:


Los pensamiento, lo que se le ocurre a dicha persona y escribe como obra suya, les han pasado por la cabeza a muchos del pasado y a más aun contemporáneos suyos. No es verdad un creador, ni en prosa ni en versos. Más bien un supuestamente nuevo divulgador de lo sabido. Un resabio. Igual sería el mundo (¡para qué decir: el universo...!) si este individuo nunca hubiera existido. Pero ya que está aquí, todavía hace como que cumple, aplicándose entremedio de sus perezas; cumple, reclamando, con los "talentos", monedas de cambio de tiempos romanos de Jesucristo que cree que recibió. "Chi lo sa?" Dios, por cierto.

Armando Uribe Arce

(Selección: Javier Farías Águila)




Armando Uribe: Se llenan la boca de las palabras "humanidad", "humanitario", "reconciliación", "justicia", "equidad", "igualdad"...

Del libro:
Armando Uribe Arce
Coloquio del oro y el moro
Conversaciones con Virginia Vidal
Edt. Catalonia

Extracto:

Y aquí, desde 1973-75 hasta hoy, ¿no predominan los tecnócratas, economistas, sociólogos y "comunicadores", considerados "científicos"? Sus ciencias no son exactas ni naturales. ¿Son ciencias? Menos aún serían "humanidades"; lo estiman cosa de novelas, de poesía  -que desprecian en los momentos mismos en que se llenan la boca de las palabras "humanidad", "humanitario", "reconciliación", "justicia", "equidad", "igualdad" (de oportunidades, añaden los más "científicos", con salvedad astuta), "la pobreza que hay que combatir", etc., etc.

Y han traído y llevado al país a ser uno de los doce en todo el mundo en que hay más desigualdades de ingresos entre los privilegiados y "la gente" (decir pueblo está proscrito) desprovista de recursos.

El panorama en nuestro continente es negro, negativo. Si de ello se tiene conciencia puede aplicarse esa antigua y sabia frase: Pesimismo de la inteligencia y optimismo de la voluntad. Estas palabras adoptó Gramsci. A la segunda parte del aforismo, yo la entiendo como: esperanza.

(Selección: Javier Farías Águila)


Fotografía tomada por
Mario Dupré Moreno
(Archivo de JFA)

Armando Uribe Arce: De "textículos" y folletines...

Destaco del libro:

Armando Uribe Arce

Coloquios del oro y el moro
Conversaciones con Virginia Vidal


Virginia Vidal:


-Al leer algunos poemas tuyos he encontrado verdaderos minicuentos; (...)

No sé si tú aceptarías que así fueran considerados. Hoy se está valorando mucho este género literario que hasta convoca congresos internacionales, aunque los especialistas no se ponen de acuerdo para designarlo: microcuento, microrrelatro, minitexto, minicuento, minificción, micrónicas. Huidobro tituló los suyos como cuentos diminutos. Cortázar los designaba textículos.

Armando Uribe:


-Muy buen juego de palabras el de Julito Cortázar (el más humano de los amigos escritores sudamericanos en Europa): "textículos". En efecto, se presentan como descubrimiento literario de gran trascendencia y, a la vez, son redondas gotas de acíbar humorístico que salen de una rendija.

Tan sólo al leer esta pregunta sobre mis muy breves textos en verso tomo conciencia de que tal vez en algunos pocos casos ellos parecerían "minicuentos".

Virginia Vidal:


-Hablando de géneros literarios, caigo en cuento de que hemos dedicado mucho tiempo a las novelas.


Armando Uribe:


-Soy gran lector de ficciones, desde la niñez; novelas más que de cuentos.

Me interesan casi todas las novelas y, a veces, prefiero algunos folletines interminables y entretenidos, como los de Liborio Brieba, don Antonio Acevedo Hernández. Iris en sus Cuando mi tierra fue... (aunque Inés Echeverria Bello se hubiera horrorizado de oír que se trata a sus ciclos de novelas como "folletines"), todos ellos chilenos. Por cierto, a Alejandro Dumas padre, a Balzac, no les haría asco que muchas de sus novelas  -con los mismos personales en diversas etapas de sus vidas y ante distintas circunstancias y dramas-  sean llamadas folletinescas, como elogio; de hecho, publicaron muchas por capítulos, en diarios y revistas. Creo, además, que conté en algún libro que me encantó (¿influyó?) el folletín novelesco "En la berlina", publicado en una revista argentina que yo iba devorando semana a semana. (Cuidado con las formas vervbales: no me comía las páginas de esa revista, las leía sin saltarme una coma. Nota: esta observación muestra que yo no sería capaz de escribir folletines; en ellos se habla de "devorar una carta de amor", por ejemplo, sin paréntesis como el presente.)


(Selección: Javier Farías Aguila)





viernes, 11 de abril de 2014

Armando Uribe Arce: Los impulsos violan la sintaxis, la ortografía y, por último, la razón.


Del libro:
Armando Uribe Arce
Coloquios del oro y el moro
Conversaciones con Virginia Vidal


































(Selección: Javier Farías Águila)


Nostalgias del Far West (Documental con Jorge Teillier)

Caminando desde la estación de trenes por su natal Lautaro (de visita varios años después):

Teillier: Tenemos que cuidarnos pa' ir al cine... 
           ¿Hay cine o no?

Amigo: No. No existe el cine ahora.

Teillier: ¿No existe el cine?

Amigo: Nooo.

Teillier: ¿Y la Fundición…la Fundición  Dickinson?

Amigo: Tampoco existe…

Teillier: ¿Y la curtiembre?

Amigo: Tampoooco.

Teillier: eeeh ¿Y la fábrica de materiales agrícolas?

Amigo: Tampoco existe esa…

(Silencio)

Teillier: Poetas hay sí…

Amigo: Sí, hay pocos ahora…

Teillier: ya casi no existen

Amigo:  Claaaro, ya casi no existen ya…

(...)


"Nostalgias del Far West", documental con el poeta Jorge Teillier. El poeta viaja a su pueblo natal Lautaro en el sur de Chile a buscar todos los poemas que le quedan aún por escribir. Este es uno de los pocos registros en vida de este gran poeta chileno de los últimos años.



Armando Uribe Arce: Respecto del Gobierno de Gabriel González (al que prefiero "sacarle la madre"...)

Extacto:

(...) hubo un tercer gobierno radical, el peor de todos, y González, apoyado incluso por el Partido Comunista, al son de la cantinela inventada por Neruda, que lo apoyó en su campaña: "el pueblo lo llama Gabriel" (bien modesta caracterización), hizo de presidente de Chile por seis años, hasta 1952. Su gobierno fue canallesco. Se entregó a Estados Unidos porque, sonriente, suponía que vendría una tercera guerra mundial, ahora de Estados Unidos con la URSS. Neruda se vengó  -e hizo penitencia-  con extraordinaria poesía satírica en su Canto General. González, de quien no me gusta mencionar su segundo apellido, pues prefiero "sacarle la madre", había dicho en secreto al embajador de USA, Claude Bowers (muy letrado, más que ningún otro representante de su país en Chile, y que había sido enviado aquí, como un castigo por apoyar a los republicanos leales en la guerra civil española, por su amigo F.D. Roosevelt), durante su campaña, que iba al comienzo a gobernar con los comunistas pero que le aseguraba que se iba a dehacer de ellos a la primera de cambio, con cualquier excusa. La encontró e hizo que el Parlamento dictara la nefanda Ley de Defensa de la Democracia, cuyo nombre decía exactamente el revés, porque era atentado gravísimo contra la democracia. Aquel compromiso de González con EEUU aparece en el oficio reservado de Bowers al Departamento de Estado, que se incluye entre los publicados por US Government Printing Office, en 1969; lo leí en la embajada de Chile, donde estaba destinado como ministro consejero. Se lo di a conocer a un senador de PC. ¿Por qué no ha sido utilizado?



Armando Uribe Arce


Libro:

Armando Uribe Arce
Coloquio del Oro y el Moro
Conversaciones con Virginia Vidal.


(Selección: Javier Farías Aguila)


Fotografía tomada por
Mario Dupré Moreno
(Archivo de Javier Farías A.)

jueves, 10 de abril de 2014

ALMA CHILENA (Carlos Pezoa Véliz)

Homenaje

Desde hace ya más años de lo que dura una vida entera, no sirviendo como ejemplo lo que ha durado la propia del poeta, se ha desprendido del hambre, de las horas interminables de un insomnio más que cualquiera, de la decepción, pero también del asombro que comienza no sabemos dónde, del que sin embargo, supimos con certeza, que termina en lo que lo prolonga hasta más allá de nuestros días.

A poco de cumplirse 116 años de la muerte de su breve vida, una y otra vez, y otras tantas veces más por los ojos de los nuevos conmovidos con su poesía, fiel reflejo de su historia, perdura todo lo que encierra su Alma Chilena, como palomas allí que no se cansan de escapar, o más bien de retornar.


Javier Farías Aguila


De
ALMA CHILENA
Carlos Pezoa Véliz (1879-1908)
Obras completas 1912

Tomo algunos versos:

De:
Cansancio del camino

Yo no se la estocada sorpresiva

que hace saltar la sangre del contrario,
ni me la aprenderé mientras que viva,
porque no siento audacias de adversario.

Yo no nací para luchar. De niño

a hombre, sin pensar jamás en músculos,
debí sólo ver flores, ver cariño,
campiñas, alboradas y crepúsculos.


De:
El perro vagabundo

Es una larga historia de perezas,

días sin pan y noches sin guaridas.
Hay aglomeraciones de tristezas
en sus ojos vidriosos y sin vida.

Y otra visión al pobre no se ofrece

que la que suelen ver sus ojos zarcos:
la estrella compasiva que aparece
en la luz miserable de los charcos.


De:
Los ojos de mi amada

Sobre el mar de la tez dulces despliegan,

como velamen regio las pestañas,
y parecen balandras que navegan
hacia un país de líricas montañas.



Edad

Años tenía pocos, más tenía esperanzas
que soñaban, reían y cantaban romanzas;
hoy no tengo esperanzas, mas tengo muchos años
que lloran cosas idas, que cantan desengaños.

Y así he visto que pocas esperanzas detienen
su marcha en esta eterna marcha y que se van lejos:
se van las esperanzas cuando los años vienen...
¿Por qué? Esperanzas mozas no gustan de años viejos.


De:
Égloga

Amo el golpe del hacha en la montaña
y el canto de la esposa en la cabaña;
amo el chisporroteo de la leña
en el hogar donde el labriego sueña
con ver una explosión de espigas rubias
en pos de las tristezas y las lluvias.


De:
Contra avaricia, largueza

Dame, dame, lo que es mío...
Yo a ti mi brazo bravío
de campesino y mi hoz;

mi buen humor de muchacho,
mis inquietudes de macho,
salvaje, ardiente, feroz...


De:
El tren

Dónde van los campos grises
en monótona carrera?
Van a lejanos países
donde los espera.

A la orilla de un estero
donde hay sauces angustiados,
canta alegre el carretero
frente a sus bueyes cansados.

(...)

Los cuadros que se reemplazan
en desfile vagabundo,
todos pasan, todos pasan,
como las cosas del mundo...

Y van en hondo letargo
tras el eco que responde,
siguiendo un camino largo
sin saber a dónde, a dónde.



(Selección: Javier Farías Aguila)

Carlos Pezoa Véliz
(1879-1908)



Inmigración alemana en Chile (Joaquín Edwards Bello - Crónica)

Hallándome en el antiguo restaurant alemán Münchner, en Malloco (una comunas cercana a Santiago), leía la historia de éste, impresa en la tapa del libro del menú, que comenzaba haciendo referencia a su fundación por parte de uno más de los "muy bienvenidos" inmigrantes alemanes, favorecidos por esa política de inmigración irrisoria, vigente en nuestro país por aquellos años; texto que, sin embargo, no hacía mención alguna de tales beneficios, que en este caso tomaron forma de grandes facilidades para la adquisición de la propiedad en cuestión. 

Así fue la desproporción  injustificada de haber sido "agasajado", este ciudadano alemán y su familia, con unas cuántas hectáreas una vez establecido en Chile, hace más de 70 años, lugar donde fundó este restaurant en definitiva, y su hogar por cierto; y todo por cuenta del Estado chileno... Con tal respaldo y ventaja a su llegada no podía menos que prosperar.

La extensión total de este recinto permite incluso contener, actualmente, un parque, un pequeño zoológico, una piscina pública con sus pertinentes extensiones de césped alrededor, un equivalente de 3 a 4 canchas de fútbol para un servicio de eventos, y mucho más... Allí también se hace una de las más publicitadas "fiestas de la cerveza".


Bien, en relación a este asunto, mientras más me adentro en las crónicas de Joaquín Edwards Bello, más me identifico con sus reflexiones y análisis, y al mismo tiempo me sorprende su vaticinio, su pronóstico, tan acertados en este caso, a la luz de lo que hemos podido comprobar en la actualidad. 


Javier Farías Águila



Extracto:
(año 1924)

En cualquier nación de Europa sería imposible, intolerable, insinuar siquiera la idea de inmigración de grandes masas de obreros extranjeros; menos aun si se proyectase alquilarles o cederles grandes extensiones de tierra. En Estados Unidos la inmigración es voluntaria, escogida, lo mismo que en Argentina, pero no solicitada en grandes masas y con promesa de regalos territoriales.

La ley estricta selecciona al inmigrante que desde el hotel fiscal va pasando a ocuparse en las actividades propias a su categoría, llenando poco a poco vacíos que se hacen sentir en el cuerpo nacional.

Bien distinto es el sistema que nos proponen nuestro ministros en Alemania, señor Irarrázaval, y el cónsul general, señor Vicuña. La venida a Chile de quinientos mil alemanes a ocupar extensas zonas en el sur produciría un cambio tan grande en el porvenir chileno que conviene hacer algunas observaciones. Meditemos un poco en el proyecto.
(...)

La inmigración alemana en vasta escala, como nos proponen, es otra cosa enteramente distinta. Alemania fue vencida y su pueblo cuenta ocho años de hambre; sus cualidades esenciales han cambiado un poco forzosamente. El alemán es sobrio y económico; no tan económico como el francés, ni tan sobrio como el italiano o español. En todo caso, por educación, es evidentemente superior al tipo medio chileno de la clase obrera. Estrictamente hablando: la llegada de quinientos mil alemanes a Chile significa, para un futuro no lejano, la llegada de quinientos mil nuevos patrones, capitalistas, latifundistas. En general, por las pésimas costumbres de nuestro pueblo, todo extranjero que llega a instalarse entre nosotros, al poco tiempo domina, prospera y se hace patrón.
(...)

Es muy difícil encontrar en Chile un obrero inglés, francés, alemán o italiano. Casi todos los extranjeros prosperan pronto y tienden a despreciar al nativo, que no supo o no pudo hacer como ellos.
El roto, tal como lo pintamos en el último capítulo de la novela, va siendo poco a poco barrido, expulsado, desplazado, sirviendo de mano de obra al elemento superior europeo puro o con mayor cantidad de sangre europea. El bajo pueblo es la célula muerta que se reemplaza por una violenta selección. La llegada de quinientos mil alemanes activará este trabajo en un grado alarmante. El aspecto de Chile cambiará en forma rápida y visible.

Chile, como lo soñó el doctor Palacios, desaparecerá poco a poco, ahogado, como dijimos en El Roto, por una ola de inmigración. La raza chilena, araucano-gótica, como creyó el señor Palacios, será consumida, inundada en un futuro próximo por su inferioridad para acometer; por falta de educación, es decir, falta de higiene, de métodos, de moral. Que los chilenos importemos quinientos mil alemanes es como si las sardinas en el mar pidiesen quinientos mil tiburones: serán los quinientos mil pescados grandes de Darwin, se comerán al chico fatalmente, para mejoramiento y continuación de la especie.

Con el tiempo, se dice, esos alemanes estarán vinculados, mezclados, como pasa en Estados Unidos. Sí, muy cierto, pero Chile será otro; se habrá reemplazado por otro. No será más nación iberoamericana; ya lo es sólo a medias.

Digamos en una palabra que la razón esencial del señor Irarrázaval, nuestro culto ministro en Alemania, al pedir inmigración alemana, es el fracaso del pueblo en mayoría con sangre india, inclinado a la violencia, al vicio, a lo pintoresco y las cuentas de vidrio. Tal es la razón oculta de nuestra ansia por razas rubias, más metódicas, más morales, más sanas, que prefieren el oro a las cuentas de vidrio.

El nacionalismo en nuestra América, elevando al pueblo, ha probado su fracaso para organizar y crear. Aceptar inmigración en tan vasta escala implica tácitamente el fracaso. Porque si estuviésemos contentos con nuestra raza, no tendríamos más que colonizar el sur con chilenos; no tendríamos más que lanzar allá a todos nuestros propios vencidos antes que a los desocupados alemanes, vencidos de la vida europea.

(...) El indio, y quien dice indio dice toda la masa popular que conserva sus características, no está preparado para la civilización europea: el español lo encontró y lo arrolló; el europeo arrolla ahora al mestizo.

(...) México representa hasta ahora el triunfo del indio con su poder de resistencia y absorción. Costumbres y modalidades europeas no logran dominarlo. Es la nación iberoamericana típica, con un carácter heroico de baluarte y barrera, muro enhiesto ante el hombre rubio del norte; nación indo-mediterránea con predominancia del autóctono, ha llegado a conseguir el ideal de gobierno popular, mezcla de militar y literario, con Obregón, Pane y Vasconcellos. La oratoria agresiva y burbujeante como el pulque reemplaza las cuentas de vidrio... El populacho ama ser arrullado con la palabra de sus caudillos. Como valor racial es sin duda México más interesante que Uruguay, Argentina y Chile; como valor estético será siempre infinitamente superior. Mexico, dentro del arte, es mina inagotable.
(...)

MI amigo, el excmo. señor ministro de México en Santiago, me decía que el defecto de estas repúblicas del sur de América era su afán de asemejarse a Europa. No conservan sus tradiciones, pierden sus características, la originalidad; son imitaciones tan prolijas que finalmente esto no será América, sino una sucursal de Europa. ¡Adiós mantos, chamantos, mates, espuelas de plata y arreos pintorescos! La ley, como la moda y hasta el pensamiento, se calca de Europa sin modificaciones.

El extranjero ha sido útil hasta la fecha y lo será siempre. Pero si llega en tales proporciones que pueda promover un trastorno social y racial, quiere decir que ansiamos reemplazar el país. 
(...)

Desde la Conquista, el indio fue reemplazado poco a poco, primero por los propios conquistadores, luego por los colonos, más tarde por los vascos y otros extranjeros; ahora nosotros mismos seremos reemplazados o absorbidos. Es triste ver esta América que reclama un aluvión extranjero para renovarse, ahogando sus vicios y defectos.


Joaquín Edwars Bello


De la crónica titulada
Reemplazo progresivo del indígena
2 de mayo de 1924
Libro Crónicas Reunidas ( I )


(Selección: Javier Farías Aguila)





"Quiero hacer un encuentro de vino, queso y pan amasao.......y..."

Un aviso a través de "redes sociales", de un aspirante a trovador o cantautor, y que no se tome cual emisión de juicio por mi parte (no es la idea, el juicio va por otro lado), pero  -no obstante presentarse a sí mismo, paradójicamente, como con aires de un valor artístico consumado-  digo "aspirante" por lo siguiente: el aviso, o anuncio, o posteo, en términos coloquiales como invitación a sus amigos, decía, y escrito así tal cual: 
"estoy armando un repertorio ....quiero hacer un encuentro de vino, queso y pan amasao y guitarra para los que les gustan mis canciones"

Pues bien, un profesional del oficio de cantor (como dice la canción), y que "es tan hermoso" como prosigue y hemos de experimentarlo tantas veces, no puede anteponer el vino, el queso, o lo que sea, para dejar su guitarra y sus canciones en el último lugar de la lista, porque de tal modo -y he aquí la paradoja- sugiere su propio desamor para lo que pretende que reciban después con el mayor de los cariños: Su canto, su obra. Que debe ser lo primero.


¿Ha sido "un gancho" acaso? ¿Un anzuelo? Es como decir: Vengan a comer algo muy rico que les tendré preparado... Y fraguando en silencio algo como esto: que después me los cagaré a todos los que asistan cantándoles mis cagá´ de canciones. 


Así se manifiesta, de alguna manera, la triste contingencia artística, y un poco de lo que somos en términos generales: Apocados, incrédulos de nuestro propio afán. Y yo, no puedo desplegar así invitación alguna, para enseñarles lo que me ha costado tanto amor, tanta pasión, tanto esfuerzo por darle digno valor de ser apreciado. 


Hay un sentido de lealtad que parece no importar, pero no es así, es un imperativo que la greda que ha tomado forma de tu mano, pase por allí sin atisbo alguno de lo que Carlos Pezoa Véliz describiera como "El pintor pereza":


Su mal es el mismo de los vagabundos:

fatiga, neurosis, anemia moral,
sensaciones raras, sueños errabundos
que vagan en busca de un vago ideal.

(...)



Javier Farías Aguila


¡Vengan a subir el cerro conmigo!... (Las empanadas y el vino están allá abajo)





miércoles, 9 de abril de 2014

Mirar al pasado...

Mirar al pasado, mirar demasiado al pasado es un indicio seguro de tropiezo en el camino como la persona que mira para atrás cuando camina.

Joaquín Edwards Bello


Extraido de la crónica:
Un escudo para Talca.
Libro: Crónicas Reunidas ( I )


(Selección: Javier Farías Aguila)

Sendero en Cuesta Barriga.


Don Pedro Aguirre Cerda en Le Temps (Joaquín Edwards Bello - Crónica)





Destaco y reproduzco de manera íntegra, del libro Crónicas Reunidas ( I ), de Joaquín Edwards Bello, ésta, con la que ya casi termino de leer el ejemplar completo, que me ha resultado un hallazgo valiosísimo. Son casi 700 páginas de bastante más que un simple viaje a lo que fuimos en la circunstancia nacional y latinoamericana (y que seguimos siendo en lo medular, según vamos concluyendo a lo largo de esta lectura). Un libro ameno, gracioso, honesto, revelador y cautivante. Estuve placenteramente sumergido en cada relato, en su ´conversación´ inteligente, etcétera... Es una tarea que se disfruta mucho: ¡Hay que leer a J. Edwards Bello! Y descubres, además, qué vigentes están sus observaciones y elucubraciones en el ámbito sociológico, su mirada aguda y su ejercicio literario.


Javier Farías Aguila


Don Pedro Aguirre Cerda en Le Temps
6 de enero de 1925

  En París, donde triunfa Jorge Cuevas Bartholin bailando el valse renversante, ha ocurrido una aventura muy graciosa a nuestro ministro renversé, don Pedro Aguirre Cerda. Tengo noticia de la aventura que voy a relatar de una persona altamente colocada y que merece entera fe.
  Después de un copioso almuerzo, nuestro cónsul en París, siempre dispuesto a agradar a los compatriotas ilustres, acompañó al señor Aguirre Cerda hasta las oficinas del diario Le Temps, con cuyo redactor deseaba hablar el ex ministro.
  Le Temps es el diario más antiguo y mejor renseigné de Francia, como The Time en Londres.
  Una vez que llegaron, el señor cónsul preguntó por uno de los directores y presentó al señor Aguirre Cerda en su calidad de funcionario derrocado por la revolución militar.

  -Un de ministres du gouvernement du Chili, renversé par le mouvement militaire...
El director sonrió, encantado, pasó sillas y se puso a charlar exuberantemente de la terrible revolución.
  -¡Es posible que en este siglo haya países que trastornen de esa manera el régimen constitucional! Me parece criminal, decía, esa revolución que cuesta ríos de sangre, propiedades y vidas humanas...
  -No ha sido tanto -declaró el cónsul algo extrañado.
  -Verdaderamente ha exagerado un poco la prensa -declaró el señor Aguirre Cerda.
  -¡Cómo! ¿No hubo saqueos ni muertos por millares?
  -No. Esas son exageraciones de las agencias telegráficas -volvió a decir el ex ministro.
  -En todo caso -dijo el director, siempre solícito e interesado-, voy a llamar al fotógrafo y a uno de los cronistas para que haga una entrevista al señor ministro.

  Al poco rato llegó uno de los empleados del diario con el fotógrafo y un blog note en la mano.
Mostrando al señor Aguirre Cerda, dijo el director de Le Temps:
  -El señor ministro derrocado por la revolución de la China.
  -No, no -rectificó el cónsul-. No se trata de la revolución en China, sino de la revolución en Chile...
  -Voyons -exclamó el periodista enteramente desilusionado, dejando caer las manos-. ¡Du Chili!
  -¿Pero es que ustedes también han tenido algo?
  En Le Temps no recordaban una palabra, porque en verdad el movimiento de Chile fue tomado desde el primer momento como un simple cambio ministerial, un trastorno corriente que ya a nadie interesaba.
  La desilusión estaba pintada en todos los semblantes. El redactor, los fotógrafos y hasta el director se esfumaban discretamente.

  Esta aventura se explica repitiendo que el francés es un señor decorado que no sabe geografía y que la revolución china ocurría casi paralelamente a la revolución chilena. Además de Chili a Pe-Chili no hay gran distancia eufórica. Chile continúa siendo para París la patria de la negrita con una argolla en las narices, como cantaba Mayol...

Joaquín Edwards Bello




(Selección: Javier Farías Aguila)




"Tengo mi fuerza acá"... (Joaquín Edwards Bello - Crónicas)

Extracto:

En México se cuenta de dos candidatos que arengaban al pueblo, pertenecientes a distintos partidos; uno de ellos dijo un discurso magnífico, lleno de citas apropiadas y recursos oratorios; el otro subió luego al tabladillo y gritó: "Mi contendor tiene la fuerza aquí (señaló su cabeza); yo no sé hablar, pero tengo mi fuerza acá (y señaló otro sitio que no era el corazón)". Fue elegido el último entre frenéticas aclamaciones. 

Joaquín Edwards Bello



De la crónica titulada
Hay que batirse
6 de julio de 1923
Libro Crónicas Reunidas ( I )


(Selección: Javier Farías Aguila)

Imagen perteneciente a la Editorial UDP
Editora de las Crónicas Reunidas