martes, 1 de abril de 2014

FIDAE, y algo más de lo que somos

Una visita a la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE) 2014; la última que hice fue en 1994, y también con la expectación de ver un "gigante", aquella vez fue el transportador ruso Antonov, ahora, el avión de pasajeros más grande a la fecha, el Airbus A 380. Pero no voy a hablar de aviones, al respecto no tendría posibilidad de expresar algo más que el asombro común, inherente a todo ser humano, respecto del viejo deseo de volar, y sus maravillosas máquinas actuales para tal efecto, cuales son el motivo por esencia de esta exposición que organiza la Fuerza Aérea de Chile. 

Son otros los asuntos que me llevan a esta crónica. No pude ver sino con decepción -aún teniendo en cuenta el contexto en el que me hallaba- a tantos padres buscando retratar fotográficamente a sus niños con una bazuca intimidante sobre sus pequeños hombros, y con sus pequeños rostros sonrientes por ello, alegría propia de niños sosteniendo un "juguete soñado"... Esta es una exposición de artefactos de guerra también, y algunos de éstos estaban contemplados para esa posibilidad fotográfica.  Me vino al caso aquello de que la TV pública, en su "preocupación moral" y de "buenas costumbres", suele censurar con un sonido de pito las expresiones groseras, o difumina genitales, etcétera, por la posibilidad de que pudiera haber niños entre sus espectadores. Aquí, paradójicamente, en un espacio público oficial también, está permitido que un niño sea retratado -como el mayor de los regalos para él- cargando un cañón para matar, y de los verdaderos (como si fuera ridículamente menos que oír un garabato). Sin embargo, inquietudes como éstas son tomadas como una exageración por estos días...

Después, a poco de seguir andando al interior de la FIDAE, hube de encontrarme con la ruidosa presentación de una banda de rock de la Escuela de Aviación. La estridencia de la guitarra eléctrica y la batería ya se percibía de lejos, en tanto, yo suponía que se trataba de música envasada emanando de los parlantes distribuidos por el recinto; hasta que la vi sobre un pequeño escenario, con sus integrantes liberando los movimientos frenéticos propios del rock metálico, y siempre con el uniforme militar, de campaña, y un cabello tan corto como extraño en el contexto musical (me recordó alguna escena de película holywodense en que se mezclan rock y aviación de guerra ¿Tom Cruise?...). ¡Y bien!...hasta que no fueron sino clásicos del rock inglés y norteamericano lo que aquellos muchachos de la banda interpretaban, y nada más, y por cierto que en el idioma original. Aquello era el repertorio. Fue entonces que me acerqué a un comandante de la Fuerza Aérea que estaba alrededor y le dije con mi descontento mordaz y un sincero sentimiento de vergüenza ajena (pensando en las delegaciones extranjeras que formaban parte de la exposición, y que seguramente no veían por ninguna parte qué significaba culturalmente ser chileno):

- Buenas tardes señor, cuénteme por favor ¿esta es una muestra de la Fuerza Aérea Norteamericana verdad?...

- ¡Nooo, son muchachos de nuestra Escuela de Aviación!

- ¿Y por qué cantan todo en inglés? ¿No es un contrasentido para la defensa de nuestros valores culturales, partiendo por el idioma, que con mayor razón debieran impulsar nuestras fuerzas armadas, en su sentido de ´patriotismo´?... Teniendo tantas alternativas de un repertorio de rock local o latino, si de rock se trate, y en castellano, como Los Prisioneros o Los Tres, etcétera.

- Sí, está bien -me respondió- pero, en realidad tienen un repertorio transversal, también tienen algunas cosas de rock latino, pero, esto es lo que a la gente le gusta... además, si fuera por eso -continuó- no podríamos tener los aviones que tenemos, y son todos norteamericanos... -dijo esbozando una sonrisa de obviedad-

- Ah -le interrumpí- pero eso ya es otra cosa...

- Sí -me respondió con aire de condescendencia diplomática a esto último que le dije prosiguiendo con un hasta luego por mi parte- 

En fin... Una vez más aquello de "esto es lo que a la gente le gusta" (las tripas del sistema lo genera)... Respecto de la FIDAE, no tengo nada más que decir. Pero me parece oportuno, a la luz de esta anécdota de la banda de rock militar y aquel diálogo con el comandante del aire, terminar esto con quien muy bien describe los fundamentos de nuestra inquietud, Armando Uribe Arce.

Javier Farías Águila


extracto:

Chile, por obra de quienes mandan aquí, se ha entregado extremadamente al mayor imperio que nunca haya existido. Creen que durará en el tiempo más de un siglo, ¿creen que es para siempre? Adoptan su ideología, renuncian a nuestra soberanía. Lo hacen con malhadado júbilo. No lo contagian del todo a la población, que se siente, aun inconscientemente, despojada de su identidad, de su nación, de sí mismos, por obra de la oligarquía que manda. Desazón, malestar. ¿Y preguntan por qué hay tal? Por cierto, debido a las desigualdades dentro de Chile perpetuadas. No menos al intuir que algo raro hay en Chile, en su relación con el continente y el mundo. Demasiada, excesiva dependencia económica de las exportaciones, diría un letrado. Exceso de entrega a otros del espíritu que identificaba a Chile y los chilenos. El alma de los países existe, para que lo sean. El "ángel de las naciones", de cada nación, escribió Orígenes o, si se quiere, su conciencia y su inconsciente colectivos.
La humanidad "acata" lo que se impone por la fuerza. Para sobrevivir se sujeta ahora a la "globalización"  -aunque no comparta siempre sus principios y sus valores, su ideología. El poder económico y financiero, el político y militar, y de comunicaciones, pseudocultural, constituye fuerza. 
(...)

Del libro:
Armando Uribe Arce
Coloquio del oro y el moro
Conversaciones con Virginia Vidal







No hay comentarios: