martes, 27 de noviembre de 2018

Víctor Jara y el pueblo mapuche

El título de esta publicación se nos queda, obviamente, muy grande para tan breve artículo. Debe haber mucho más que contar acerca de esta relación. En lo inmediato, sabemos de Angelita Huenumán (canción y personaje), sobre quien, Joan Turner  (viuda de Víctor), hace un relato muy entretenido en su libro "Víctor, un canto inconcluso", y luego, tras un proceso de recuperación tecnológica de la obra de Víctor Jara y posterior publicación de la misma con un sonido más depurado, nos encontramos con esta maravillosa orquestación "docta", al estilo de un poema sinfónico, titulada Arauco. Creación de Víctor, que pasaría a formar parte de la producción discográfica titulada como la canción: Manifiesto.

De tal forma, Víctor Jara plasmó también su sensibilidad con el pueblo mapuche... 



El músico chileno Mariano Casanova es quien hace los arreglos de Arauco, y la interpretación está a cargo de la Orquesta de la Universidad de Chile (llamada así por aquel entonces, 1973), en esta, su versión original.


JFA


domingo, 11 de noviembre de 2018

Franz Liszt y Silvio Rodriguez

Es probable que Silvio Rodríguez haya encontrado su inspiración en la obra Liebestraum Nro. 3 de Franz Liszt, para componer la canción titulada En mi calle... Concluyo aquello al escuchar esta obra de Liszt, por su similitud con el estribillo de la canción.

Este tema del cantautor cubano es otro buen ejemplo además de cuán cercano ha estado de los compositores del Romanticismo, los cuales, supongo, han sido su principal referencia a la hora de componer pensando en el piano como acompañamiento.

Podemos observar esta cercanía también en las canciones Unicornio, Rabo de nube o Esta canción.

Éstas que he nombrado, podrían conformar, junto a otras, de otros compositores populares, un tipo particular de canción, las cuales, primero, tienen en común una linea melódica al mismo nivel de belleza de las que han sido capaces de crear los grandes compositores, y luego, tienen al piano como su instrumento natural, y sino, son perfectamente ejecutables con ese instrumento y más todavía, con una orquesta sinfónica. Me refiero a Para vivir de Pablo Milanés; Love of my life o Exercise in free love de Freddie Mercury; Adios a nonino de Astor Piazzolla; Palimsesto de Horacio Salinas y Patricio Manns; Caruso de Lucio Dalla; etcétera...

Hay varias más que no alcanzo a nombrar, no las recuerdo en este instante... Pero, mientras tanto, les dejo esta "hermandad" entre las obras de Liszt y Rodríguez.

Javier Farías Aguila




jueves, 1 de noviembre de 2018

The Weeping Song

(Nick Cave and Blixa Bargeld)

Go son, go down to the water
And see the women weeping there
Then go up into the mountains
The men, they are weeping too.
Father, why are all the women weeping?
They all are weeping for their men
Then why are all the men there weeping?
They are weeping back at them.

This is a weeping song
A song in which to weep
While all the men and women sleep.
This is a weeping song
But I won't be weeping long.

Father why are all the children weeping?
They are merely crying son.
O, are they merely crying father?
Yes, true weeping is yet to come.

This is a weeping song
A song in which to weep
While all the little children sleep.
This is a weeping song
But I won't be weeping long.

O father tell me are you weeping?
Your face seems wet to touch.
O then I'm so sorry father
I never thought I hurt you so much.

This is a weeping song
A song in which to weep
While we rock ourselves to sleep.
This is a weeping song
But I won't be weeping long
No.
I won't be weeping long.






"De la ausencia y de ti" de Silvio (mi versión y algo más)

En 1983 escuché por primera vez esta canción de Silvio. Era un programa especial conducido por Pirincho Cárcamo en radio Galaxia. Y muy especial, porque la música de Silvio Rodríguez, en Chile, no contaba con la divulgación de los medios radiales: la dictadura de Pinochet persistía con su paranoia amenazante.

Yo tenía, y aún tengo, una inclinación hacia la música "triste"... sin embargo esta definición no es suficiente porque De la ausencia y de ti es mucho más que eso; mi inclinación también. Para mi, era un complemento perfecto en mi comprensión del mundo a los 12 años de edad. Yo no andaba triste por la vida, pero sí profundo... 

La canción me hablaba de la nostalgia, de la ausencia, pero también me hablaba de una forma de expresión con la que comencé a sentirme muy identificado. Esa melodía, además, parecía darle una dimensión sonora precisa a mis divagaciones infantiles no tan infantiles. Y así, como en un acto de amor, la hice mía, la sentí mía y la andaba canturreando por todas partes, y si no, persistía por sí sola en mi cabeza.

Sus versos parecían fragmentos de distinta especie, cada uno de los cuales, sin embargo, tenía significado para mí. Y esto era inexplicable por cuanto no podía comprender el sentido del mensaje total. Me parecía una descripción de cosas inconexas, pero casi todas establecían una suerte de relación con mis vivencias. Sobre todo esta parte: Hoy quisiera ser viejo, muy sabio y poderte decir lo que aquí no he podido decirte... Yo soñaba despierto que le cantaba estos versos a una niña de mi edad que me atraía por aquel entonces, a quien, en todo caso, jamás hubiera deslumbrado con mi sensibilidad incomprendida ("incompatible" con todo lo convencional que nos rodeaba) de tomar ese texto como un regalo para ella, pues ella más bien "soñaba despierta" con Billie Jean, de Jackson. 

Como cosa aparte quiero comentar que esta aparente inconexión de los versos de Silvio en tantas de sus canciones, confundió a muchos cuando pensaron que era fácil hacerlas como él. Una mención de palabras como "sortilegio" o "bufón" por allá, o "sinsonte" por acá (aún ajeno a la fauna local), ya les parecía suficiente para que "tal brillantez creativa", bajo sus firmas ahora, se sintiera digna del mismo público hechizado por el trovador cubano.

Volviendo a la actualidad, quiero contar que este arreglo de De la ausencia y de ti, lo concebí cantando en el metro de Santiago, en la estación San Miguel para ser preciso, bajo el contexto de mi participación en el programa "Música a un metro"... Allí, una tarde cualquiera de junio de 2017, me olvidé de la gente que pasaba y me puse a trabajar en ello. La muchedumbre me escuchaba tararear y al reconocer el tema de Silvio me dejaba dinero, aun sin cantarlo completamente y más aún repitiendo sus partes, una y otra vez, mientras ajustaba los acordes. Nunca había trabajado creando algo musical con tanta gente pasando alrededor mío... pero así fue.

La grabé profesionalmente en 2018, como parte de mi proyecto discográfico titulado "Las noches sin Alma", en los estudios de mi talentoso amigo Francisco Millán Rodríguez (gran guitarrista y miembro del grupo folclórico Los chacareros de Paine), quien me facilitó las cosas con su gran disposición humana y profesional para que esto quedara lo mejor posible.

Debo aclarar que todavía estoy a la espera del permiso legal de la oficina de Silvio Rodríguez, por intermedio de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD), a la que pertenezco, para concretar mi proyecto de publicación final.

Bien, acá van su texto y mi grabación, apoyados por un video con imágenes que me pertenecen, y que corresponden a los siguientes lugares: Las rocas de Santo Domingo, Los Vilos, camino al Morado (San Gabriel), Santiago, concierto en el Centro Cultural Alameda, El canelo (Algarrobo), las nubes sobre el desierto de Atacama y Porto Alegre (Brasil).

*Que ¿qué tienen que ver las fotos de las volteretas?: han querido ser algo así como una ilustración de las "cosas pequeñas y tontas". 


 Javier Farías Águila



Ahora solo me queda buscarme de amante
la respiración.
No mirar a los mapas, seguir en mi mismo,
no andar ciertas calles,
olvidar que fue mío una vez cierto libro,
o hacer la canción.
Y decirte que todo está igual,
la ciudad, los amigos y el mar,
esperando por ti,
esperando por ti.

Sigo yendo a Teté semana por semana
¿te acuerdas de allá?
Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos.
Yo sé que ella me ama,
es por eso tal vez que te siento en su sala,
aunque ahora no estás.
Y se siente en la conversación,
o será que tengo la impresión,
de la ausencia y de ti,
de la ausencia y de ti.

No quisiera un fracaso en el sabio delito
que es recordar.
Ni en el inevitable defecto que es
la nostalgia de cosas pequeñas y tontas
como en el tumulto pisarte los pies.
Y reír y reír y reír,
madrugadas sin ir a dormir,
sí, es distinto sin ti,
muy distinto sin ti.

Las ideas son balas hoy día y no puedo
usar flores por ti.
Hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir
lo que aquí no he podido decirte,
hablar como un árbol
con mi sombra hacia ti.
Como un libro salvado del mal,
como un muerto que aprende a besar.
Para ti, para ti.
Para ti, para ti.