jueves, 25 de octubre de 2012

Quiero mujer que nunca sea humana.

(Es el cuarto título de nuestro disco QUE FUE TODO ESTO...)




Quiero mujer que nunca sea humana.
Yo la quiero (así) divina o animal.
Me da lo mismo su caudal
divino o bien su cola plana
de pez sirena o ninfa
con tal de alimentarme de su linfa
de criatura y no mujer
pues lo que quiero con ella es no ser.

Armando Uribe Arce




Obra de Mónica Larrea Trumper













viernes, 19 de octubre de 2012

Cosas burdas en el propósito artístico...


Si bien, me permito aquí opinar libremente respecto de cualquier cosa, la cautela y el sentido del respeto me imponen ciertos límites, sobre todo a la hora de referirme a las expresiones creativas ajenas... Pero, esta vez, omitiendo nombres por cierto, me desharé de dichos límites para reflexionar respecto de algunas situaciones burdas y torpemente recurrentes entre tantos aspirantes al reconocimiento público como cantautores... He querido comentar algunas situaciones que rayan en lo absurdo por parte de quienes, además, dan por concreto -sin pudor alguno- su desarrollo artístico. Torpezas que, afortunadamente, algunos ya hemos advertido, más temprano que tarde, que debemos evitarlas a toda costa ...
Hoy, la inmediatez de poder publicar a través de internet lo que se nos venga en gana, hace más visible aquello que seguramente ha sido inherente al ser humano desde siempre: Pretender un  avance de mil kilómetros cada dos pasos, o sea, algo muy propio de los farsantes (concientes o inconcientes de serlo), la recompensa inmediata acaso... Algunos suben sus canciones en Youtube u otras plataformas, a fin de apostar por ese sueño de fama, más que de compartir e intercambiar la experiencia personal del arte, esto último como lo he querido yo, y en medio de lo cual, me he dado cuenta que "los sueños" de tal envergadura, y por respeto al mismo, deben convertirse en un proyecto formal que les imprima, les imponga y les permita un rigor, acaso queramos avanzar más allá de la etapa de un "simple hobbie" carente de compromiso (aunque sabemos de algunos brillantes por ahí, que desde allí, desde el mínimo esfuerzo, han sido capaces de deslumbrarnos con la facilidad que les otorga poseer un talento genuino, especial y evidente, pero, estos son los menos). La mayoría estamos obligados a trabajar, y trabajar mucho para poder decirnos que somos lo que un día seriamente quisimos ser ...

Muchos de nosotros hemos sido objeto de juicios, seguramente hirientes o malintencionados, por parte de terceros, respecto de nuestras incipientes o desarrolladas manifestaciones artísticas, sin embargo, peor aún es no ser objeto de nuestro propio sentido crítico, que nos exija dar más de nosotros mismos para crecer en el ámbito que nos propongamos. Y no quedarnos, "sintiéndonos concretos", en un estado que, a todas luces, es diletante. Considerando también la posterior labor de difusión y gestión, en los mismos términos de aspiración profesional.

He visto, en algunos de estos exponentes, lamentablemente "detenidos" en su desarrollo y en su capacidad de ejercer una observación más prolija, que esgrimen cosas absurdas, o burdas, como decía al comienzo de este artículo, no sólo en el aspecto creativo, sino en todo lo que le rodea... Uno por ahí, por ejemplo, además de inventar evidentes perfiles falsos en Facebook para comentarse a sí mismo (obviamente que de manera elogiosa), creó también su propia biografía en el sitio Wikipedia (otro desacierto, porque debe hacerlo un tercero, con una documentación nutrida y a lo menos cotejable), agregando ahí, entre tantos otros datos desafortunados, como algo digno de destacar, el hecho de que alguna vez pasó a dejar su material musical a un par de sellos discográficos importantes y que uno de éstos nunca lo consideró, o más bien lo desechó, según sus propias palabras, por "desacuerdos entre ambas partes", en tanto, con el otro, no llegó a acuerdo, simplemente por "otras diferencias"... ¡Es que estos datos, creo yo, a nadie le puede interesar, ni menos puede uno andar publicándolos como si fuera algo trascendente!, a no ser que el desenlace de la historia contada hubiera sido la firma del "codiciado" contrato con alguno de los sellos en cuestión (es decir la concreción de el sueño del pibe, como dice el tango), o bien, que se trate del relato de la típica anécdota de alguien ya validado o reconocido públicamente y que se le pida compartir sus inicios pedregosos, en la avidez de tanta gente por conocerlos. Y que aquí no es el caso desde luego...

El mismo exponente al que me refiero hace mención también, en otra página suya, en internet, de una lista larguísima de los títulos de sus propias canciones
-que aún no ha grabado-, según indica, y que por cierto, nadie más que él las conoce. Y a propósito de aquello, digo yo, ¿le puede interesar a alguien esta lista?, ¿tiene sentido publicar algo así?... creo que no... Además, este personaje, que he tomado como ejemplo (o como mal ejemplo), creó y publicó en Youtube una suerte de autodocumental, al más puro estilo "make in off" de las grandes producciones en torno a las megasestrellas (con bastante menos recursos claro está), donde habla de sí, y nada más que de sí...donde además nos cuenta, respecto de sus inicios e influencias, su "colectiva y manoseada" preferencia por Bach, Beethoven y Los Beatles, que ya sabemos como algo muchas veces dicho, y que huele a lo "correcto de decir" si quieres provocar ciertas impresiones así como de aire intelectual y conexión con la gente linda, y que de tantas veces dicho, por cierto, ya no debe provocar efecto alguno... Si hasta, por poco, no nos cuenta que duerme sin ropa interior, o cuál sea su color favorito, o nos recree su propio ping pong de "yo te digo una palabra y tu me contestas con otra", etcétera, etcétera... Y esto, es parte de las torpezas que uno ve y que nos hacen un sentido verdaderamente "humorístico"... En fin, para concluir, podríamos decirles a tantos que pueblan este deseo tan abrigado de convertirse en "estrellas de la nueva canción", cosas como las siguientes:

No pongas cara de "aweonao" al cantar... (esto lo vi entre los comentario de un video).

No te valgas de estrategias que has inventado o visto en tan sólo dos minutos para posicionarte en la "constelación" que codicias y a la que te quieres aferrar como fuere.

No trates de cantar con la voz tan aguda, pensando que eso le dio buenos resultados a uno que está de moda en estos días.

Si no ha sido natural en ti ¡tampoco hagas mierda la guitarra con rasguidos frenéticos, ni cantes como si te estuvieran "capando"! (esto último, que me causó tanta risa, también lo vi entre los comentario de otro video en youtube).

Afínate, y estudia técnicas para cantar mejor y no peor.

No pintes figuras coloridas sobre el cuerpo de tu guitarra, pensando que de tal forma será mejor recibido tu canto (por tratarse de "lo que se usa hoy en día"). La copia muere en su condición (la influencia está en lo que brota de esas cuerdas)...

No te inventes seudónimos de una sola palabra o bisílabos, porque lejos de ser considerado como una buena técnica de marketingo de bautismo o lenguaje canil (efectivos para la retención en la memoria), más bien darás a entender que te quieres parecer demasiado a alguien.

No te inventes autohomenajes pensando que la gente no advertirá que los has hecho tú mismo (pues, como ha dicho alguien por ahí: "No hay que pensar que la gente es estúpida").

No des por terminada una introducción musical tan incoherente con el desarrollo de la canción, por la simple ansiedad de abrir el horno antes de cocido el pan, o la pereza de no buscar más... 

Lee, lee, lee y disfruta mucha pero mucha poesía antes de intentar un buen texto para tu canción pretendidamente "profunda".

Dispónete a aprender de tantos a los que podemos acudir, y que nos pueden enseñar desde su propia experiencia y formación.

No cantes acerca de "sortilegios", ni "enanitos", ni "brujas", ni "bufones", ni "porvenires", que de aquellos ya muy bien lo ha hecho Silvio.

Y la más perogrullada de todas: Sé tu mismo...

Por último, o antes que todo lo demás -y esto pudiera entenderse tan soberbio o punzante como la lista anterior- pregúntate: ¿No me estaré engañando tratando de ser lo que no puedo, en términos de poseer o no un auténtico talento en la materia soñada, o en términos de no haberlo desarrollado como corresponde, o en términos de simple presunción de lo que no se tiene?... 
Por cierto que, ante la necesidad de querer ir cantando por la vida o querer tomar un instrumento cualquiera y en un momento cualquiera, sin más preparación, ni más instinto ni pretensión alguna que el simple regocijo para el alma que significa hacerlo para cualquier ser humano sensible, la pregunta anterior no tiene mayor sentido.

Bueno, ahora que me he atrevido a "ver la paja en el ojo ajeno", y a perder el tiempo analizando, a lo mejor, un evento esquizofrénico (desde la esquizofrenia propia talvez), no me queda más que irme en este instante a mirarme en el espejo, para decirme a mi mismo: ¡Aweonao'...no pierdas tiempo describiendo desaciertos ajenos, y ándate a concebir tus propias "mentiras" y torpezas para estar donde todos quieren estar!...



Javier Farías Aguila





jueves, 18 de octubre de 2012

CONCIERTO DE JAVIER FARÍAS EN LA UNIVERSIDAD ARCIS.


Nuestro CONCIERTO en la casa central de la Universidad ARCIS.
31 de octubre, a las 19:30 hrs. Entrada liberada.
Donde compartiremos los contenidos de la producción discográfica
QUE FUE TODO ESTO... (Los versos de Armando Uribe Arce musicalizados por el cantautor Javier Farías).
Será una instancia especial, con la participación de Juan Montecinos Gutierrez (del Grupo Mensaje) ejecutando la flauta traversa, como lo hiciera también para la grabación de este disco.




Juan Montecinos Gutierrez
 (del Grupo Mensaje)

viernes, 5 de octubre de 2012

Mi encuentro con PABLO MILANÉS...



El título de este relato, probablemente, sugiera el evento de una reunión de mutuo acuerdo con el artista cubano, pero, desde luego que no fue así...
En abril de 1998 tuve un encuentro personal con Pablo Milanés, en una instancia que yo propiciara. Específicamente, estrechamos las manos, intercambiamos algunas palabras y le entregué una copia (en cassette) de mis grabaciones amateur, más una carta de saludo y presentación que le escribí (y que además, la recuerdo muy mal escrita). Mi objetivo, fuera de la anécdota valiosa del encuentro en sí mismo, era crear una situación que de alguna manera me abriera ciertas puertas para avanzar en mis tentativas como cantautor: En mi fantasía de aquel entonces (caricaturizada aquí por cierto), suponía yo que Pablo Milanés se "deslumbraría" con mis "malas canciones" (ahora las veo así) grabadas en aquel cassette, y que en consecuencia, sería su invitado especial a grabarlas profesionalmente, con todos los gastos pagados, en sus estudios en La Habana, y que, además, sería uno de sus invitados chilenos a cantar en alguno de sus conciertos que por aquellos días nos brindaría en Chile... Nada menos esperaba yo... A la luz de lo anterior, recordar esto, para mi es muy gracioso, y debo agregar que mi propósito artístico ha estado lleno de ciertas ingenuidades parecidas... El asunto es que el objetivo nunca se cumplió, pero sí alguna de sus aristas, cual era la de provocar "una pequeña situación única" en el contexto de su visita (tanto tiempo esperada en nuestro país por demás, dado su simbolismo político). Creo que mi "audacia" fue acertada, en consideración de lo anterior (me refiero a la circunstancia especial de su visita), aunque lo más probable es que, cuando ya han pasado unos cuántos años de aquello, Milanés no lo recuerde para nada... Sin embargo, defino esto como una posible situación singular para él, pues nadie más que yo se hizo presente en esa jornada para entregarle una grabación y una carta, en el escenario construido sobre el césped del Estadio Nacional, donde se hallaba probando el sonido para su concierto que sería al día siguiente (concierto que al final fue suspendido por una imprevista lluvia otoñal). Milanés estaba allí sentado, dando algunas instrucciones a los músicos y al mismo tiempo conversando con Isabel Parra, que estaba a su lado. Conversación que yo interrumpí por cierto, para presentarme, ante ambos, y proseguir con lo ya descrito.  

Mi ingreso al estadio, cuyos accesos estaban resguardados y controlados por el servicio de seguridad contratado por la compañía productora del evento de Milanes en Chile, fue posible gracias a algunos artilugios que esgrimí. Eso me permitió ser el único que pudo estar allí, siendo ajeno al personal de la productora y al equipo del cantautor cubano. En fín... Fuera de la anécdota que les relato, la verdad es que esto no me sirvió de nada: Por más que, con letras grandes le informé mi dirección en aquella carta, Milanés nunca me la contestó. Pero, a lo mejor mi cassette viajó a Cuba... O talvez su cinta esté en proceso de desintegración en algún vertedero sanitario de nuestro Santiago, acaso Milanés hubiere olvidado llevar mi presente consigo, no obstante, que me dijo: "Lo voy a escuchar"...




Sabemos de muchas personas que, en situaciones como estas, no desperdician la oportunidad de tomarse una buena fotografía con las personalidades del caso, para jactarse talvez, para mostrarla a los nietos, (hoy, para subirla en el facebook), en fin; y yo, que frente a estas cosas sentía que era como incurrir en acciones "provincianas" y ridículas y molestosas, la verdad es que ni se me pasó por la mente llevar una cámara fotográfica para plasmar ese instante junto a Milanés, pese haber planificado tal encuentro (claro que, de haberla llevado, siendo más atrevido aún, hubiera tenido que pedirle a la mismísima Isabel Parra que nos la tomara...). Pensé lo mismo cuando fui invitado por Volodia Teitelboim, pero, hoy en día, debo decir que sí lamento no tener esos testimonios fotográficos, sobre todo aquel junto a nuestro querido Volodia, con quien tuvimos un encuentro por más de una hora, como lo describo en otro artículo publicado en este mismo blog. El prestigioso periodista y actual editor de la editorial "LOM Ediciones", Luis Alberto Mansilla, a quién tengo el honor de conocer por su cercanía con un tío mio muy apreciado, me dijo un día, respecto de las fotografías junto a las personalidades, que a ellos, en su "vanidad", lejos de molestarles, les gustaba tales peticiones de ser retratados junto a los admiradores. 
Ahora, pienso con humor, que Milanés no sólo se libró de las fotos junto a mí, sino que además de mis regalos (mi cassette y mi carta) que deben hallarse muy extraviados al fondo de quizás dónde ni él lo sepa... Mas, como internet llega donde menos lo piensa uno, a lo mejor esta referencia a su nombre, entre las millones que deben haber en el "ciberespacio", llegue a su conocimiento y pueda comunicarme, por fin, y ahora por correo electrónico, que me espera en Cuba para grabar, en sus estudios, mi próximo disco... (me olvidé agregar un Ja Ja Ja).


Javier Farías Aguila




En cuanto a mis sensibilidades por la obra de Pablo Milanés, quiero agregar que estas dos producciones suyas son mis preferidas: Las he escuchado tantas, pero tantas veces, y aún "no logran cansarme"... Me parece que son discos "perfectos" (aunque alguien por ahí me dijera que no existen los discos perfectos). Pero en realidad, sí llegan a serlo, en el contexto emocional y personal en que hemos de hacerlos nuestros, más allá de una conclusión técnica y objetiva, que por cierto aquí también debiera ser muy elogiosa. 

Los discos ORIGENES (1993) y PROPOSICIONES (1988):






















   

martes, 2 de octubre de 2012

NARRACIONES EXTRAORDINARIAS Edgar A. Poe

*La publicación indica como título "Narraciones extraordinaria 3era. Selección" 
(Selección de Javier Farías Aguila. Extracto Pág. 66 / Ediciones 29 / libros Rio Nuevo / Barcelona)


   Tenemos ante nosotros una tarea que hemos de cumplir rápidamente. Sabemos que la tardanza es nuestra ruina. La más importante crisis de nuestra vida reclama, con la voz imperativa de una trompeta, la acción y la energía inmediatas. Además, nos consumimos en la impaciencia de emprender nuestro trabajo; el gusto anticipado de un resultado glorioso prende fuego en nuestra alma. Es preciso, es necesario que la tarea sea emprendida hoy mismo -y, no obstante, la dejamos para mañana-. ¿Por qué? No hay explicación si no es la de que sentimos que eso es perverso; sirvámonos de la palabra sin comprender el principio. Llega el día de mañana y, al mismo tiempo, una ansia más impaciente de cumplir nuestro deber; pero con ese acrecentamiento de ansiedad se produce, también, un deseo ardiente, anónimo, de diferir todavía -deseo ciertamente terrible-, porque su naturaleza es impenetrable. Cuanto más tiempo transcurre, más aumenta la fuerza del deseo. No falta sino una hora para la acción, y esa hora nos pertenece. Temblamos por la violencia del conflicto que se agita en nosotros, por la batalla entre lo positivo y lo indefinido, entre la sustancia y la sombra.
   Pero, si la lucha ha llegado a ese punto, la sombra vence y nos debatimos en vano. Suena el reloj y el toque de agonía de nuestra felicidad. El mismo tiempo, para la sombra, que tanto nos ha aterrorizado, es el despertador, la diana del gallo vencedor de los fantasmas.
   Remontar el vuelo -desaparece- , somos libres. Vuelve la antigua energía. Ahora trabajaremos. ¡Ay! Ahora es ya demasiado tarde.