viernes, 19 de octubre de 2012

Cosas burdas en el propósito artístico...


Si bien, me permito aquí opinar libremente respecto de cualquier cosa, la cautela y el sentido del respeto me imponen ciertos límites, sobre todo a la hora de referirme a las expresiones creativas ajenas... Pero, esta vez, omitiendo nombres por cierto, me desharé de dichos límites para reflexionar respecto de algunas situaciones burdas y torpemente recurrentes entre tantos aspirantes al reconocimiento público como cantautores... He querido comentar algunas situaciones que rayan en lo absurdo por parte de quienes, además, dan por concreto -sin pudor alguno- su desarrollo artístico. Torpezas que, afortunadamente, algunos ya hemos advertido, más temprano que tarde, que debemos evitarlas a toda costa ...
Hoy, la inmediatez de poder publicar a través de internet lo que se nos venga en gana, hace más visible aquello que seguramente ha sido inherente al ser humano desde siempre: Pretender un  avance de mil kilómetros cada dos pasos, o sea, algo muy propio de los farsantes (concientes o inconcientes de serlo), la recompensa inmediata acaso... Algunos suben sus canciones en Youtube u otras plataformas, a fin de apostar por ese sueño de fama, más que de compartir e intercambiar la experiencia personal del arte, esto último como lo he querido yo, y en medio de lo cual, me he dado cuenta que "los sueños" de tal envergadura, y por respeto al mismo, deben convertirse en un proyecto formal que les imprima, les imponga y les permita un rigor, acaso queramos avanzar más allá de la etapa de un "simple hobbie" carente de compromiso (aunque sabemos de algunos brillantes por ahí, que desde allí, desde el mínimo esfuerzo, han sido capaces de deslumbrarnos con la facilidad que les otorga poseer un talento genuino, especial y evidente, pero, estos son los menos). La mayoría estamos obligados a trabajar, y trabajar mucho para poder decirnos que somos lo que un día seriamente quisimos ser ...

Muchos de nosotros hemos sido objeto de juicios, seguramente hirientes o malintencionados, por parte de terceros, respecto de nuestras incipientes o desarrolladas manifestaciones artísticas, sin embargo, peor aún es no ser objeto de nuestro propio sentido crítico, que nos exija dar más de nosotros mismos para crecer en el ámbito que nos propongamos. Y no quedarnos, "sintiéndonos concretos", en un estado que, a todas luces, es diletante. Considerando también la posterior labor de difusión y gestión, en los mismos términos de aspiración profesional.

He visto, en algunos de estos exponentes, lamentablemente "detenidos" en su desarrollo y en su capacidad de ejercer una observación más prolija, que esgrimen cosas absurdas, o burdas, como decía al comienzo de este artículo, no sólo en el aspecto creativo, sino en todo lo que le rodea... Uno por ahí, por ejemplo, además de inventar evidentes perfiles falsos en Facebook para comentarse a sí mismo (obviamente que de manera elogiosa), creó también su propia biografía en el sitio Wikipedia (otro desacierto, porque debe hacerlo un tercero, con una documentación nutrida y a lo menos cotejable), agregando ahí, entre tantos otros datos desafortunados, como algo digno de destacar, el hecho de que alguna vez pasó a dejar su material musical a un par de sellos discográficos importantes y que uno de éstos nunca lo consideró, o más bien lo desechó, según sus propias palabras, por "desacuerdos entre ambas partes", en tanto, con el otro, no llegó a acuerdo, simplemente por "otras diferencias"... ¡Es que estos datos, creo yo, a nadie le puede interesar, ni menos puede uno andar publicándolos como si fuera algo trascendente!, a no ser que el desenlace de la historia contada hubiera sido la firma del "codiciado" contrato con alguno de los sellos en cuestión (es decir la concreción de el sueño del pibe, como dice el tango), o bien, que se trate del relato de la típica anécdota de alguien ya validado o reconocido públicamente y que se le pida compartir sus inicios pedregosos, en la avidez de tanta gente por conocerlos. Y que aquí no es el caso desde luego...

El mismo exponente al que me refiero hace mención también, en otra página suya, en internet, de una lista larguísima de los títulos de sus propias canciones
-que aún no ha grabado-, según indica, y que por cierto, nadie más que él las conoce. Y a propósito de aquello, digo yo, ¿le puede interesar a alguien esta lista?, ¿tiene sentido publicar algo así?... creo que no... Además, este personaje, que he tomado como ejemplo (o como mal ejemplo), creó y publicó en Youtube una suerte de autodocumental, al más puro estilo "make in off" de las grandes producciones en torno a las megasestrellas (con bastante menos recursos claro está), donde habla de sí, y nada más que de sí...donde además nos cuenta, respecto de sus inicios e influencias, su "colectiva y manoseada" preferencia por Bach, Beethoven y Los Beatles, que ya sabemos como algo muchas veces dicho, y que huele a lo "correcto de decir" si quieres provocar ciertas impresiones así como de aire intelectual y conexión con la gente linda, y que de tantas veces dicho, por cierto, ya no debe provocar efecto alguno... Si hasta, por poco, no nos cuenta que duerme sin ropa interior, o cuál sea su color favorito, o nos recree su propio ping pong de "yo te digo una palabra y tu me contestas con otra", etcétera, etcétera... Y esto, es parte de las torpezas que uno ve y que nos hacen un sentido verdaderamente "humorístico"... En fin, para concluir, podríamos decirles a tantos que pueblan este deseo tan abrigado de convertirse en "estrellas de la nueva canción", cosas como las siguientes:

No pongas cara de "aweonao" al cantar... (esto lo vi entre los comentario de un video).

No te valgas de estrategias que has inventado o visto en tan sólo dos minutos para posicionarte en la "constelación" que codicias y a la que te quieres aferrar como fuere.

No trates de cantar con la voz tan aguda, pensando que eso le dio buenos resultados a uno que está de moda en estos días.

Si no ha sido natural en ti ¡tampoco hagas mierda la guitarra con rasguidos frenéticos, ni cantes como si te estuvieran "capando"! (esto último, que me causó tanta risa, también lo vi entre los comentario de otro video en youtube).

Afínate, y estudia técnicas para cantar mejor y no peor.

No pintes figuras coloridas sobre el cuerpo de tu guitarra, pensando que de tal forma será mejor recibido tu canto (por tratarse de "lo que se usa hoy en día"). La copia muere en su condición (la influencia está en lo que brota de esas cuerdas)...

No te inventes seudónimos de una sola palabra o bisílabos, porque lejos de ser considerado como una buena técnica de marketingo de bautismo o lenguaje canil (efectivos para la retención en la memoria), más bien darás a entender que te quieres parecer demasiado a alguien.

No te inventes autohomenajes pensando que la gente no advertirá que los has hecho tú mismo (pues, como ha dicho alguien por ahí: "No hay que pensar que la gente es estúpida").

No des por terminada una introducción musical tan incoherente con el desarrollo de la canción, por la simple ansiedad de abrir el horno antes de cocido el pan, o la pereza de no buscar más... 

Lee, lee, lee y disfruta mucha pero mucha poesía antes de intentar un buen texto para tu canción pretendidamente "profunda".

Dispónete a aprender de tantos a los que podemos acudir, y que nos pueden enseñar desde su propia experiencia y formación.

No cantes acerca de "sortilegios", ni "enanitos", ni "brujas", ni "bufones", ni "porvenires", que de aquellos ya muy bien lo ha hecho Silvio.

Y la más perogrullada de todas: Sé tu mismo...

Por último, o antes que todo lo demás -y esto pudiera entenderse tan soberbio o punzante como la lista anterior- pregúntate: ¿No me estaré engañando tratando de ser lo que no puedo, en términos de poseer o no un auténtico talento en la materia soñada, o en términos de no haberlo desarrollado como corresponde, o en términos de simple presunción de lo que no se tiene?... 
Por cierto que, ante la necesidad de querer ir cantando por la vida o querer tomar un instrumento cualquiera y en un momento cualquiera, sin más preparación, ni más instinto ni pretensión alguna que el simple regocijo para el alma que significa hacerlo para cualquier ser humano sensible, la pregunta anterior no tiene mayor sentido.

Bueno, ahora que me he atrevido a "ver la paja en el ojo ajeno", y a perder el tiempo analizando, a lo mejor, un evento esquizofrénico (desde la esquizofrenia propia talvez), no me queda más que irme en este instante a mirarme en el espejo, para decirme a mi mismo: ¡Aweonao'...no pierdas tiempo describiendo desaciertos ajenos, y ándate a concebir tus propias "mentiras" y torpezas para estar donde todos quieren estar!...



Javier Farías Aguila





No hay comentarios: