miércoles, 23 de abril de 2014

Las "redes sociales" y sus tópicos...

Las "redes sociales" las integran, mayoritariamente, aquellos que emigraron de ser los espectadores asiduos de la televisión, y si no hubo tal migración -sobre todo en consideración de las nuevas generaciones- al menos, que obedecen a un perfil similar. ¿Qué se puede esperar de ese pueblo muy ocupado en la necedad?...

Las "redes sociales" son hipócritas, han rotulado como "un producto bajo en calorías" el propio sentido de la amistad.

Me parece que las "redes sociales" son también uno de los fundamentos de la doctrina imperante, y a prueba de autodestrucción, porque lo que allí se brama respecto de las injusticias sociales, al mismo tiempo, con su uso y abuso, contribuye a mantener incólume la plataforma; la que nos exhibe, además, en la individualización y observación por parte del supremo regente y fundador del neoliberalismo actual (para identificarnos como sus potenciales clientes y más...). Y, en tanto vamos descargando nuestra furia prevista y permitida contra el mismo, lo hacemos siempre en sus tibias y acogedoras manos gigantes, es decir, en las alucinantes y patológicamente recompensantes  "redes sociales" que han creado para nosotros.

En otro aspecto, de dudosa utilidad -porque no se advierte allí siquiera una función catártica- en facebook, por ejemplo, hemos perdido toda prudencia, conscientes o no, de expresarles a todo el mundo, por trasfondo, nuestras carencias, y también nuestra estupidez; de modo que muchas veces queda en evidencia pública "lo mal que estamos de la cabeza"... Carencias que derivan de la íntima experiencia personal, o aquellas que dan luces de nuestro contexto social (aunque las manifestaciones atingentes a esto último, suelen ser, muy a menudo, más bien una "postura preconcebida" en busca de aceptación o identidad acaso). Pero aquí con mi navío comienzo a tomar un rumbo sin certezas: ¡Bienvenidos, psiquiatras y sociólogos o hervideros de la filosofía mayor!...¿o no hay ni méritos para tal?...

Por todo lo anterior, hay que revisar lo que está ocurriendo. Algo huele muy mal en todo esto... Nos han creado un sistema de códigos o nomenclaturas comunicacionales que sólo funcionan en la superficie, sondear allí es altamente impopular y no tiene sentido. Se debilitan, pierden valor, el asombro y la sensibilidad. Y hemos adoptado todo esto con una facilidad increíble (con un éxito total se dirá posteriormente en Wall Street).
Y en nuestro pueblo, el pensamiento...sigue lelo.
La simplificación "entretenida" va de la mano con la pereza del intelecto, donde predomina la cultura del eslogan, de la pedantería, de la búsqueda desesperada de aprobación, de la imagen y su inmediatez, etcétera...

Haciéndose cargo de nuestra naturaleza comunicacional básica, las "redes sociales", inteligentemente, fueron concebidas, nada menos que como una "simbiosis" potente y cautivante, valiéndose de nuestra necesidad en cuanto ciclo circular permanente.

Hay en todo esto una adquisición de cierto podercillo, el que de pronto ha provocado sentimientos de importancia en las personas, y del que se han valido sin más méritos que abriendo "una cuenta" y prosiguiendo, incluso, en custodiarla con fervores de territorialidad (otro signo de patología).

Esta cavilación tal vez parecerá un intento de quemarles "la felicidad" a muchos...

Insertos en las "redes sociales", es ocupación preponderante "estar al día" -emitiendo de manera persistente los gerundios inútiles- y ocupando todos los recursos (selfie y demases) para nada más y nada menos decir o gritar, de manera tan necia, tan simple -de exiguo-, que estamos acá, y sin que nadie lo advierta por hallarse cada cual en lo mismo... 



Javier Farías Aguila.


Nota:
En consideración de los verdaderos amigos, del respeto por el criterio o descriterio de cada cual, y del propio uso que yo mismo le doy -bien o mal- a las "redes sociales", aquí tan sólo me he referido a lo predominante, a las generalidades observadas... Un ejercicio de mirarnos a nosotros mismos. ¿Una expiación?...





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