sábado, 8 de agosto de 2015

"Caiga a quien le caiga" y otra vez Tomasi di Lampedusa.

Tan arrogante aquello de "caiga a quien le caiga", tan ajeno al dolor ajeno. Tomasi di Lampedusa, en El Gatopardo, entre tantas otras relaciones hallables ahí -tan precisas con nuestras experiencias locales, en lo político (recordar aquello de "que todo cambie para que todo siga igual"), en lo social, en lo personal- lo describe así en el siguiente extracto:

Despojado de los cien impedimentos que la honestidad, la decencia e incluso la buena educación imponen a las acciones de muchos otros hombres, comportábase en el bosque de la vida con la seguridad de un elefante que, arrancando árboles y aplastando madrigueras, avanza en línea recta sin advertir siquiera los arañazos de las espinas y los lamentos de las víctimas. 
(Pág. 93)


Javier Farías Aguila




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