jueves, 14 de agosto de 2014

Verde.

Y el verde lo ha cubierto todo y tanto como le fue posible hasta los límites que sólo el aire fue capaz de imponerle a tal vocación trepadora, separándolo del cielo cual ha sido el otro color intenso de nuestra dicha al amparo de un bosque entre los ríos que braman un rumor de los alerces milenarios...


Javier Farías Aguila.




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