martes, 18 de marzo de 2014

¿Cómo sin haber sido?

No vale la pena gritarle al mundo que aquí estamos...
al menor atisbo de necesitar hacerlo 
no será sino mi yo más que una idea lo que pese allí.
¿Y yo qué soy por sobre muertes repentinas
que resumen los esmeros en un ya fui? 

¡Que yo te quiero simple porque ya me cansas
con esta obligación de mi naturaleza...Vida!

Y es que jugar a Dios no calza con la sangre que me pesa,
ni su tiempo,
ni con la holgura tan funesta como inútil de gritarles mi presencia.

Pero los límites morales se confunden
y he de recordar que sin el grito no respiro...
y hube de aferrarme a lo que fuera
para hallarme entre lo habido,
          ¡porque sino no bebo de su seno!, 
y esta inanición no da ni para ausencias, 
ya que para no ser
¿cómo sin haber sido?


Javier Farías Aguila



Quintay


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