jueves, 27 de febrero de 2014

Te aguarda un depredador.

Pudiera ser también que la infelicidad del mundo provenga de la sumatoria de decepciones comunes y cotidianas, como la mano no devuelta, como la misiva no contestada, como la fatídica soledad del estigmatizado sobre quien recrea sus motivos el soberbio inexpugnable. La infelicidad de darte cuenta que tu gesto solidario fuera percibido como tu debilidad... 
Así baila por horas para ti la incongruencia en su fiesta cotidiana. Y te quedas allí pensando que todo es inútil...pues, te aguarda un depredador.


Javier Farías Aguila



Parque Ross, Pichilemu.

No hay comentarios: