viernes, 2 de mayo de 2014

"Bueno. ¿Qué más?", el poema de Armando Uribe Arce, la canción de nuestro disco QUÉ FUE TODO ESTO...



Bueno. ¿Qué más?, el poema:

Armando Uribe Arce asocia el estado creativo con el subconsciente, con un paradigma recóndito. La sequedad de emociones a la que se refiere en este poema que clama por ser, es una desconexión, temporal... Propone no malgastar palabras inútilmente. Propone un paso a través del sueño, la proyección de una puerta en el acto de dormir. Y propone estar o volver allí tanto como no queden dudas. Sólo desde allí la materia prístina, buscada o no, será la erupción genuina, salvaje, verdadera, natural, conmovedora, colosal...para volver a decir.



La adaptación:

No recuerdo bien si esta fue la primera o segunda de las musicalizaciones que hice de los versos de nuestro poeta. La ubiqué como apertura del disco por su introducción un tanto, digamos, "épica", me parece, ¿o es muy épico el adjetivo?... Casi todos los arreglos surgieron a propósito de comenzar a grabarla: los coros, la línea melódica de los punteos en guitarra, el teclado, el bajo, etc. 

La línea melódica de la hermosa intervención de la flauta traversa, ejecutada por el experimentado músico Juan Montecinos Gutierrez (del Grupo Mensaje), la concebí en el trabajo inicial de musicalizar. 

La introducción original era más sencilla, pero vino al caso todo lo que le fui añadiendo en definitiva, y que al cabo cumple la función de sugerir una "expectativa" para todo el resto de los contenidos del disco; al menos ha sido la intención.

Una vez concluida la composición musical sobre el poema completo, pensé ¿qué hacer con una canción que no parece justificarse con una sola estrofa como su extensión total?. Antes que nada intervine, casi de manera imperceptible, el orden de los dos primeros versos en función de la música, pero, por ningún motivo en desmedro de su sentido literario (en ello había que ser extremadamente cuidadoso). Después, desde el punto de vista musical, alteré, leve pero sustancialmente, las formas de repetirlo todo, incluyendo esa flauta traversa que resuelve de manera persuasiva el desarrollo, al centro de la canción, con un delicado quiebre... El teclado que emula las cuerdas (violines, violonchelos) que pensaba como necesario acompañamiento para dicha flauta, de pronto, fue mi gran problema, al final lo resolvió mi amigo Christian Quinteros Massardo con esa armonía que creó y que me recuerda de alguna manera a Brams, ¿qué mejor?... Yo no soy un músico docto por cierto, pero mi ámbito de canción popular se nutre de todo lo que he podido degustar, y con tanto placer.

Las imágenes para la construcción de este vídeo son todas propias. Lago Rapel (sector el Manzano); carretera a San Pedro, a Pichilemu, a Loica Alto; la Laguna de Aculeo con su dramática sequedad; Isla Negra (a un costado de la casa de Neruda); etc... También hace su aparición la perrita Sibi (hay que nombrarla), que fue una expresiva y cariñosa amiga ocasional, en Aculeo... 

Por ahí, casi al principio, posterior a la secuencia de los álamos agitándose, aparece un polluelo de pato silvestre perdido en las aguas del Rapel, y, no estando este registro originalmente relacionado con el contexto de la canción  -como casi ninguna de las tomas en realidad-  terminó siendo verdaderamente "lo que conmueve y emociona": era una cría de pato perdida llamando a su madre con un piar persistente, desesperado, y tal vez inútil... En fin, fue una anécdota, que en definitiva adquirió sentido, junto a todas las demás imágenes, en un complemento armónico con los versos y la música.

Termino compartiendo algo que me parece muy curioso en este vídeo: en la última estrofa cantada, en el desplazamiento a ras del césped, aparece de pronto una figura en primer plano, una figura que sugiere ser la de una mujer (así lo veo yo) que eleva su torso desde el suelo, como para reincorporarse, en el instante mismo de pasar por ahí la cámara, y que se aprecia borrosa de estar tan cerca del lente. No se trata de un fenómeno paranormal ni nada por el estilo, pero no por ello de menos mérito en cuanto a "magia", que en este caso se ha valido de una hoja caída para crear tal efecto, de naturaleza absolutamente fortuita, y pertinente...

Dejo entonces, junto al vídeo y una secuencia fotográfica relacionada con el mismo, la transcripción original de este poema convertido en canción, la primera que compone nuestro disco QUÉ FUE TODO ESTO... (Los versos musicalizados del poeta Armando Uribe Arce). 

Javier Farías Aguila.



Bueno. ¿Qué más?

Bueno. ¿Qué más? No sé decir      
lo que conmueve y emociona.
Pues no lo diga, es una zona
de silencio total. Dormir, dormir.
Ese es el verbo. ¿Se confunde?
Siga durmiendo hasta que llegue al fondo.

Armando Uribe Arce
del libro: De Muerte.




SIBI... Tiene sus años, es sabia.


La sequedad de la laguna de Aculeo.
Una zona de silencio total.

Otra toma de Aculeo.

SIBI, se quedó dormida sobre mi mano...
Ese es el verbo...

El polluelo de pato perdido.
Lo que conmueve y emociona.

Camino a Loica Alto, VI Región.
...hasta que llegue al fondo.

Lago Rapel, sector El Manzano.


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